El Santo Sudario, la tela de lino que se cree cubrió el cuerpo de Cristo cuando lo bajaron de la cruz, se salvó milagrosamente de un incendió que destruyó la capilla y la cúpula de la catedral de Turín, una joya de la arquitectura del Renacimiento.
Las llamas también destruyeron parcialmente el lindante Palacio Real, construido en 1646, donde poco antes habían cenado el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el canciller de Italia Lamberto Dini y el presidente honorario y accionista mayoritario de la empresa FIAT Gianni Agnelli.
Se trata de una tragedia no sólo para Italia sino para todo el mundo, afirmó Annan.
El incendio, cuyos mutlimillonarios daños no han sido aún precisados ni su origen determnnado, destruyó totalmente la capilla donde hasta hace poco se encontraba la caja de plata donde estaba el Santo Sudario, que no sufrió daño alguno.
El símbolo de la cristiandad había sido retirado de la Capilla, que estaba siendo sometida a trabajos de restauración.
Los bomberos lograron romper unos gruesos cristales blindados de la caja de plata que protegía la reliquia y que desde 1995 se hallaba detrás del altar mayor de la Iglesia, ante el peligro que pudiera ser destruida por el eventual derrumbe de la cúpula. igro que pudiera ser destruida por el eventual derrumbe de la c<<