Ecuador no enviará al nuevo embajador Pablo Yáñez a Panamá en señal de "insatisfacción" ante el asilo político concedido por el gobierno panameño al ex presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram, informó hoy el canciller José Ayala.
Yánez debía presentar en los próximos días sus credenciales al gobierno panameño, pero el martes recibió instrucciones de la cancillería de permanecer en Quito.
La embajada de Panamá en Ecuador notificó oficialmente el lunes al gobierno provisional de Fabián Alarcón que las autoridades panameñas otorgaron asilo político a Bucaram, destituido de la Presidencia en febrero.
Según Ayala, la decisión del presidente panameño Ernesto Pérez Balladares "no puede satisfacer al pueblo de Ecuador, que intenta combatir la corrupción. Por esa razón hemos resuelto no enviar a nuestro representante diplomático" a Panamá.
"Esto no quiere decir que Ecuador haya roto relaciones con Panamá. Es una acción político-diplomática", aclaró el canciller.
La resolución del gobierno fue apoyada por un amplio arco de opinión política, y la misma acogida recibió la propuesta del Poder Ejecutivo de convocatoria a una consulta popular para refrendar el reemplazo de Bucaram por Alarcón, resuelto por el parlamento.
"Bucaram nuevamente nos volvió a demostrar su capacidad de unir al pueblo y a los sectores políticos más opuestos, en su contra", señaló el ex presidente León Febres Cordero (1984-92), alcalde actualmente de la ciudad portuaria de Guayaquil, la más poblada del país.
Febres Cordero, del derechista Partido Social Cristiano, el de mayor presencia en el parlamento, se había manifestado contrario al referendum, por creerlo innecesario.
Pero "ahora estoy plenamente de acuerdo con la consulta popular. Creo necesario que el pueblo se manifieste de una vez por todas, para que el gobierno de Panamá reconozca su error al otorgar asilo a un delincuente común", explicó.
Con el resultado de la consulta, que se realizará el 25 de mayo, "a ningún país le quedará duda de que el pueblo ecuatoriano se manifestó en contra de la corrupción y la impunidad encarnada por el 'bucaramato", dijo Heinz Moeller, presidente del Congreso, que espera un voto favorable al gobierno.
Moeller se había declarado inicialmente en desacuerdo con la consulta, dado que puede contradecir "resoluciones del parlamento, que es el principal depositario de la soberanía nacional".
Dirigentes de otros partidos políticos, principalmente de izquierda y centroizquierda, que veían en la consulta popular un despilfarro de fondos públicos, ahora están convencidos de que será un instrumento eficaz para consolidar interna e internacionalmente al régimen democrático.
Según el partido Movimiento Popular Democrático, si la consulta resultara favorable a Alarcón, el gobierno debería romper relaciones diplomática con Panamá.
"Muchos sectores, principalmente del extranjero, no alcanzan a comprender lo que sucedió en Ecuador cuando el Congreso decidió destituir a Bucaram, porque no vivieron los acontecimientos", observó Alarcón.
"Con la consulta popular se consolidarán definitivamente los hechos y un proceso (democrático) de cuya legitimidad ya nadie dudará", ya que será convalidado en las urnas, aseguró el presidente. (FIN/IPS/mg/ff/ip/97