Un magistrado de la Corte de Justicia de Honduras negó el miércoles la extradición a Estados Unidos del ex jefe de la policía haitiana Michel Francois, acusado por Washington de vinculaciones con el narcotráfico.
El veredicto causó sorpresa entre la opinión pública, que descontaba la extradición de Francois, asilado en Honduras desde hace casi un año.
El magistrado, Marco Tulio Alvarado, explicó que los argumentos de la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa no son suficientes para proceder a la extradición.
"Quiero dejar claro que la sentencia emitida descansa en aspectos puramente legales. No hubo presiones políticas, internas ni externas. La justicia en este caso, no se acomodó hacia ningún sector", dijo Alvarado.
Francois llegó a Honduras junto con Frank Romain, ex alcalde de Puerto Príncipe, tras la caída del régimen militar haitiano de Raoul Cedras (1991-1994). El gobierno hondureño les concedió asilo político con el propósito de ayudar a la restauración de la democracia en Haití.
Los dos exiliados se instalaron en la norteña ciudad de San Pedro Sula, a 250 kilómetros de la capital, pero Francois fue detenido hace más de un mes a petición de Estados Unidos.
Desde ese momento, el ex militar permanece en una celda de la Penitenciería Central de Tegucigalpa, y sus abogados aducen que su arresto es ilegal.
La Corte de Justicia designó a Alvarado para estudiar el caso de Francois y tomar resolución respecto del pedido de extradición, que se apoyó en un tratado vigente entre Estados Unidos y Honduras.
El primer artículo del tratado bilateral indica que la extradición procederá si el acusado cometió delito en territorio bajo jurisdicción de Estados Unidos. Pero los hechos ilícitos que se atribuyen a Francois ocurrieron en Haití, puntualizó el magistrado.
Alvarado señaló que esa comprobación lo llevó a declarar "sin lugar" la extradición.
Agregó que la embajada de Estados Unidos tiene un plazo de tres días para apelar su resolución ante la Corte de Justicia, que tendrá la última palabra.
El magistrado tuvo presente en su análisis del caso de Francois el escándalo provocado en abril de 1987 cuando las autoridades hondureñas entregaron irregularmente a Estados Unidos a un jefe del narcotráfico, Juan Ramón Matta.
El entonces presidente José Azcona admitió que la entrega de Matta, de nacionalidad hondureña, se realizó en violación de preceptos constitucionales.
Pero Azona justificó la decisión arguyendo que era necesaria para impedir que los narcotraficantes se apoderaran del país.
Frente a ese antecedente, la resolución de Alvarado desconoce presiones políticas y confirma la independencia del Poder Judicial.
"Los estadounidenses deben ser conscientes que la aportación de sus pruebas contra Francois fueron sumamente débiles, y si no apelan en el plazo de tres días, el haitiano deberá recobrar su libertad", dijo el magistrado. (FIN/IPS/tm/ff/ip/97
