Las conversaciones sobre la estrategia de rescate de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) se extenderán hasta este viernes, un día más de lo previsto.
La agencia, encargada de ayudar a los países pobres a crear una base para el desarrollo industrial sostenible, está amenazada desde que Estados Unidos retiró su apoyo el 31 de diciembre, mientras Gran Bretaña y Australia anunciaron que se retirarán a fin de este año.
El retiro de los tres países implica la reducción de un tercio del presupuesto de la agencia, y Alemania estudia su desvinculación, lo cual podría significar el fin de ONUDI, que ya redujo sus operaciones durante los últimos dos años.
Japón, que prometió seguir apoyando a la agencia y cubre 21 por ciento del prespuesto, se convirtió en el mayor donante tras el retiro de Washington. Bonn entrega 12,5 por ciento.
El tema fue el único de la agenda de la reunión de esta semana de los 53 miembros que integran el Consejo Industrial de Desarrollo. La reunión debía finalizar este miércoles.
El director general de la ONUDI, Mauricio de María y Campos, produjo un documento de discusión presentando sus puntos de vista y sugerencias sobre las prioridades y el futuro de la organización.
De María y Campos expresó su esperanza de que "los países miembros demostrarán el compromiso político necesario para brindar una base permanente y sólida para el futuro mandato y trabajo de ONUDI", y harán "un esfuerzo adicional" para convencer a Gran Bretaña y Australia a que "reconsideren su retiro".
Pero no será él quien lidere la lucha en 1998. El lunes anunció que no volverá a postularse cuando su mandato expire a fin de año.
"No soy Don Quijote. Lamentablemente, no veo un futuro prometedor para los caballeros de brillantes armaduras preparados para rescatar a la organización", dijo a la sesión del consejo.
La organización ha sido criticada por Maurice Strong, recientemente designado coordinador de reformas de la ONU, quien recomendó el cierre de ONUDI.
ONUDI respondió a todos los desafíos. De María y Campos dijo que el cuerpo es ahora mucho más eficiente que en 1993, y un modelo para otras agencias del organismo internacional.
La agencia cumplió las demandas de Estados Unidos de dos años de reestructuración con un corte de 25 por ciento del presupuesto en 1996-97, a 158 millones de dólares. Su personal se redujo de 1.300 a fines de 1993 a unos 800 este año.
Pero Estados Unidos retiró su apoyo de todas maneras. De María y Campos dijo esta semana que tenía informaciones de que Washington no pagaría contribuciones adeudadas por casi 70 millones de dólares.
Pero quienes respaldan la agencia elogiaron su papel esta semana en Viena.
El representante de Holanda, Jorgen Rud Hansen Bojer, ex crítico de ONUDI, confirmó que las reformas de los últimos dos años permitieron que en abril de 1997 se alcanzaran todas las metas planteadas, y recomendó su permamencia como agencia especializada.
Los países de la Unión Euroepa, a pesar de la posición de Gran Bretaña y Alemania, consideran que los esfuerzos de ONUDI fueron "mucho más allá de lo logrado en otras agencias, fondos o programas de la ONU", sostuvo Bojer.
A la vez, la agencia expandió su trabajo. Entre 1993 y 1996, nuevos proyectos aprobados crecieron 40 por ciento, de 72 milones a 101 millones de dólares.
Los proyectos de 1996 incluyeron la utilización de 2,3 millones de dólares contribuidos por Alemania para introducir procesamiento de alimentos en siete países de Africa subsahariana, y se planifica extender el programa a otras naciones africanas.
Proyectos de ONUDI para impulsar a empresarias en Mali, Senegal y Costa de Marfil recibieron un millón de dólares de Bélgica, mientras Italia entregó más de tres millones de dólares para promover empresas industriales de pequeña y mediana escala. (FIN/IPS/tra-en/fnf/mom/lp/dv/97