Miembros de una iglesia carismática de Congo viven aterrados desde que uno de sus predicadores profetizó que el Partido de los Trabajadores (PTC) perdería las elecciones presidenciales en julio, lo que generó una caza de brujas.
Un predicador de la Misión Cedro, iglesia que encabeza el supuesto profeta William Yoka Nguendi, afirmó la semana pasada en un templo del vecindario de Talangai, en Brazzaville, que Denis Sassu Nguesso, líder del PTC y ex presidente del país, no triunfaría.
Después del servicio religioso, feligresas de la Misión Cedro marcharon desnudas por las calles de Talangai y llamaron a los simpatizantes del PTC a "rogar por el perdón del Señor". Nguendi dijo que las mujeres no eran conscientes de lo que hacían, pues estaban en trance.
Desde entonces, jóvenes del PTC molestos con la profecía han propinado golpizas a seguidores de la iglesia carismática en Talangai y Ouenze, otro vecindario de Brazzaville, a fines de la semana pasada.
Es fácil reconocer a los fieles de la Misión Cedro, una de las creencias religiosas que han crecido como hongos desde el fin del régimen de partido único en 1990. Los hombres usan largas melenas enruladas ("dreadlocks"), y las mujeres cubren sus cabezas con turbantes.
"La Misión Cedro es solo una secta. William (Yoka Nguendi) no tiene derecho a permitir que nuestras hermanas y esposas caminen desnudas por la calle con el pretexto de que piden perdón a Dios por no se sabe qué", dijo Joseph Itoua, un residente de Talangai.
"Desde que comenzó la democracia, la gente cree que puede hacer cualquier cosa. ¿Cómo una secta puede convertirse en un instituto de opinión pública y pronosticar la derrota de un candidato? En mi opinión, se trata de una absoluta provocación", agregó Itoua.
"Aunque sea en realidad un profeta, el predicador de William debería mantener sus revelaciones en su coleto. Este tipo de mensajes solo causa problemas. Sus seguidores solo cosecharon lo que sembraron", concluyó.
Pero el profeta William dijo que hubo un malentendido y que su predicador no señaló a ningún candidato. "Recibimos el mensaje de Dios, que dijo que su gracia abandonó el norte del país y se trasladó al sur. La gente interpretó mal nuestro mensaje", aseguró el líder religioso.
Sassou Nguesso, originario de la región de Cuvette, en el norte de Congo, es el principal candidato presidencial de esa zona.
Muchos de los simpatizantes del ex presidente en Brazzaville viven en Talangai y Ouenze, cuya población se constituye, en su mayoría, de norteños, a causa de los episodios de violencia que convirtieron los vecindarios de la capital en enclaves étnicos en 1993.
Durante esos incidentes, originados en una disputa sobre resultados electorales entre la mayoría de los partidos de Congo, que tienen una definición étnica y no política, murieron más de 2.000 personas y miles debieron abandonar sus hogares.
La reacción a la profecía dejó en evidencia la naturaleza de las luchas políticas en este país africano. "Si no controlan sus lenguas, los creyentes se arriesgan a entregar el país a Satán", dijo un periodista de Brazzaville.
La caza de fieles de la Misión Cedro continuó el fin de semana. "Algunos jóvenes atacaron de improviso a una seguidora de William cuando trabajaba en su jardín y le dieron una paliza", dijo a IPS Blanche Ngokouamounga, una estudiante de Talangai.
"Estos jóvenes andan por la calle con tijeras, porque atacan a todos los hombres de la Misión Cedro y les cortan el pelo", agregó.
Los hospitales recibieron a algunos miembros de la iglesia con heridas y traumas sicológicos originados en los ataques. Pero los creyentes temen hacer declaraciones al respecto. "No saben lo que hacen", se animó a decir, por todo comentario, un hombre de la Misión Cedro.
Otros residentes de Brazzaville condenaron la caza de brujas. "¿Por qué golpear a la gente por sus ideas? Los simpatizantes del PTC deberían hacer una denuncia si se sienten afectados por la profecía. Después de todo, ¿no existen leyes en este país?", se preguntó el empleado estatal Mbreo que la política del país deba depender de revelaciones sobrenaturales", se lamentó un conocido político que reclamó reserva sobre su identidad. (FIN/IPS/tra- en/nrn/kb/mj/ip cr/97