La antigua figura del médico de familia dejó de ser un privilegio que gozaron los abuelos de las nuevas generaciones. Hoy es una realidad para 80 habitantes de Sobradinho, localidad situada a 22 kilómetros de la capital de Brasil.
Hace dos años, un equipo del Hospital Regional comenzó un programa sin precedentes de atención a estas personas, que sufren enfermedades crónicas y abandonaron el hospital para ser atendidas en sus propios hogares.
La constitución del Servicio de Asistencia Multidisciplinaria en Domicilio (Samed), proyecto de ley de la diputada del Distrito Federal Maria Jose Maninha aprobado en 1995 por el gobernador Cristovam Buarque, procura la humanización del sistema de salud y una mayor cercanía entre profesionales sanitarios y pacientes.
Ademas, descongestiona los hospitales públicos.
Un tercio de los beneficiarios del programa residen en zonas rurales. La experiencia de dos años demostró que el traslado del enfermo crónico a su propia casa, con atención permanente, tiene resultados extramadamente positivos.
Profesionales del área de la salud afirman unánimemente que la proximidad con la familia es una condición fundamental para la mejoría clínica del paciente.
A pesar de que implica traslados diarios de un equipo humano y técnico, la atención a domicilio implicó menos costos para el sistema público de salud.
En otras localidades del país que adhirieron al programa, esta reducción llegó a 70 por ciento.
Para el médico Valter Gaia, coordinador del Samed y director del Hospital Regional, además de una optimización de recursos de los recursos y la mejoría de la calidad de asistencia, el programa contribuyó en una disminución de los índices de infección, un problema grave en los centros sanitarios de Brasil.
"La tasa de inspección hospitalaria es directamente proporcional al tiempo de internación del paciente", sentenció. (FIN/IPS/mj/he/97