La gobernante coalición de centroizquierda en Chile logró que la Cámara de Diputados aprobara la eliminación de los senadores designados al costo de aceptar que el ex dictador Augusto Pinochet se integre por un período de ocho años al Senado.
Reunido en su sede de Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó este martes por 92 votos a favor y sólo 15 en contra la reforma constitucional propuesta por el presidente Eduardo Frei, que pone término a nueve cargos de senadores designados.
La amplia mayoría en favor de la enmienda se logró mediante un acuerdo de la oficialista Concertación por la Democracia con el Partido Renovación Nacional (PRN), el mayor de la oposición derechista.
Se abren así perspectivas ciertas de acabar con uno de los principales "enclaves autoritarios" heredados del régimen del general Pinochet, quien gobernó el país desde septiembre de 1973 hasta marzo de 1990.
El destino del ex dictador, que a más tardar el 11 de marzo de 1998 debe dejar la comandancia del Ejército, estuvo en el trasfondo de la negociación entre el oficialismo y el PRN.
El partido derechista aceptó la eliminación de los designados a cambio del aumento de los quórum calificados para otras reformas constitucionales, la expedición de un estatuto de garantías para los ex presidentes y el ingreso de estos al Senado por un período de ocho años.
Estas últimas disposiciones favorecen a Pinochet y al ex presidente Patricio Aylwin (1990-94), quien de acuerdo a una anterior norma, que ahora será eliminada, no podía acceder a una senaturía vitalicia por haber sido gobernante por un período inferior a seis años.
La iniciativa debe ser votada dentro de los próximos 10 días en el Senado, donde se da por descontado el rechazo de los propios designados y de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el otro partido de derecha, que ya se opuso en la Cámara de Diputados.
Pero también es probable que el sector "duro" del PRN, mayoritario entre los 12 senadores de ese partido, vote en contra en la cámara alta, lo cual haría fracasar nuevamente esta reforma, rechazada ya en esa misma rama legislativa a comienzos de 1996.
El sector liberal del PRN, que lideran los diputados Alberto Espina y Andrés Allamand, consiguió que los diputados "duros" o "pinochetistas" aprobaran la reforma en la cámara baja con las normas que favorecen al ex dictador.
Pero en el Senado el ala "pinochetista" del PRN controla siete de los 11 sillones de ese partido, que sumados a tres de la UDI, dos independientes de derecha, uno de la derechista Unión de Centro-Centro Progresista (UCPP) y a los ocho designados en ejercicio, totalizan 21 votos sobre un total de 45.
Este número es suficiente para hacer fracasar la reforma, que de acuerdo a las normas en vigencia debe contar con el respaldo de dos tercios en cada una de las cámaras, es decir de 30 votos por lo menos en el Senado.
Los próximos días serán de intensas negociaciones para conseguir que algunos de los "duros" del PRN, de los dos independientes y del solitario senador de la UCCP, e incluso algunos de los designados contribuyan con los seis votos que faltan.
El presidente del Senado, Sergio Romero, del PRN, se ha declarado partidario de mantener la composición "mixta" de la cámara alta, con los designados, aunque podría estar dispuesto a cambiar los mecanismos de generación de estas senaturías.
De los nueve senadores designados que contempla la actual Constitución, cuatro representan a las Fuerzas Armadas y a la policía de Carabineros y los restantes a las universidades estatales, ex ministros de Estado, la Corte Suprema y la Contraloría General.
El diputado Espina, presidente del PRN, pidió una "actitud patriótica" a los senadores de su partido, que ya en 1996 desafiaron la posición favorable a las reformas de la directiva de la colectividad, encabezada entonces por Allamand.
Este último dijo este martes en la Cámara de Diputados que la reforma aprobada es un paso esencial para que Chile pase "de una democracia protegida a una democracia moderna".
La UDI, en cambio, planteó que la reforma aprobada es "un paso atrás" y la calificó como "un triunfo de la izquierda", reprobando la actitud del PRN, partido con el cual mantiene un pacto electoral.
Alberto Cardemil, diputado del sector "duro" del PRN, refutó a la UDI al sostener que lo fundamental es que "la izquierda está votando la senaturía del ex presidente don Augusto Pinochet Ugarte (sic) y lo está votando con nombre y apellido".
En la terminología derechista se identifica como la izquierda de la coalición gobernante a los partidos Por la Democracia (PPD) y Socialista, que configuran ese bloque junto a la Democracia Cristiana y el Partido Radical Socialdemócrata.
El ala izquierda de la concertación oficialista era partidaria de un Senado enteramente de elección popular, pero finalmente aceptó la fórmula negociada con el PRN como "un costo a pagar" para eliminar a los senadores designados, según dijo el diputado Andrés Pérez, del PPD.
El estatuto de garantías aprobado para los ex presidentes equivale al fuero parlamentario, lo cual dificultará cualquier juicio político o acción judicial contra Pinochet por crímenes contra los derechos humanos cometidos bajo su gobierno.
El ex dictador de 81 años encabeza el Ejército desde agosto de 1973 y puede permanecer en el cargo hasta marzo de 1998, aunque se espera que anticipará su retiro para una fecha aún no determinada entre septiembre y diciembre de este año. (FIN/IPS/ggr/dg/ip/97