//REPETICION//AMBIENTE: Dura crítica de Greenpeace a reunión sobre cambio climático

La organización ambientalista Greenpeace recibió con decepción las conclusiones del debate mantenido durante cinco días en esta ciudad de Alemania por 150 delegados oficiales para diseñar la lucha contra el cambio climático a partir del 2000.

El resultado de la sexta sesión del grupo ad hoc sobre el Mandato de Berlín (AGBM) fue un "desastre", afirmó Bill Hare, director de política de clima de Greenpeace.

Pero Michael Zammit Cutajar, secretario ejecutivo de la convención de Naciones Unidas sobre cambio climático declaró a IPS estar "satisfecho" con el acuerdo logrado.

Los participantes convinieron en Bonn un primer borrador de propuestas para la tercera y última conferencia ministerial de las partes de la Convención de Cambio Climático, a celebrarse en diciembre en la ciudad japonesa de Kyoto.

Según Zammit Cutajar, la reunión realizada preparó el camino para lograr en los próximos meses acuerdo sobre el borrador definitivo a presentarse en Kyoto, donde los estados parte de la Convención de Cambio Climático acordarán medidas para luego del 2000.

Ese acuerdo final debe señalar objetivos y plazos para continuar con la reducción de emisiones de los llamados gases invernadero que, acumulados en la atmósfera, causan el aumento de la temperatura de la Tierra y pueden provocar el crecimiento del nivel de los océanos.

Pero la discusión de esas metas y plazos ha dividido a la comunidad internacional, que en 1992 admitió en la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro, la necesidad de crear la Convención de Cambio Climático.

Los países del Norte industrial se comprometieron en la Cumbre de la Tierra a reducir para el 2000 su emisión de gases invernadero a la cantidad registrada en 1990. Y en la primera conferencia de las partes de la convención, realizada hace dos años en Berlín, se comenzó a considerar el periodo posterior a esa fecha.

Se formó entonces el AGBM, para negociar compromisos para después del 2000. La sexta sesión de ese grupo, realizada en Bonn desde el lunes hasta este viernes, tenía propósitos "modestos", explicó a IPS Zammit Cutajar.

Los delegados se concentraron en la coordinación y fusión de dos docenas de documentos presentados por los gobiernos y consideraron una "compilación marco" de 88 páginas de la anterior sesión de la AGBM, celebrada en diciembre en Ginebra.

Algunas secciones del material compilado en Ginebra fueron abreviadas y reestructuradas, y otras revisadas, con la incorporación de nuevos párrafos e ideas.

Zammit Cutajar puntualizó que los estados parte de la convención tienen hasta el 1 de abril para agregar propuestas a la negociación del texto, que debe ser distribuido el 1 de junio en los seis idiomas oficiales de la Organización de Naciones Unidas.

El borrador será luego sometido a nuevo debate en Bonn, en agosto y octubre, antes de ser presentado en diciembre a la conferencia de Kyoto.

Zammit Cutajar destacó el desafío lanzado en Bonn por la Unión Europea (UE) a otras naciones del Norte. La UE propuso fijar para el 2010 un recorte de una "canasta" de gases invernadero equivalente a 15 por ciento del volumen emitido en 1990 .

La canasta comprende el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, según la contribución de cada uno de esos gases al recalentamiento de la Tierra en los últimos 100 años.

Pese a su división inicial, los ministros de los 15 países miembros de la UE resolvieron acoger la propuesta como posición común, aunque seguramente tendrán dificultades para lograr la adhesión de otras potencias industriales.

La iniciativa de la UE renovó el debate sobre el llamado proceso de "diferenciación".

Algunos países son partidarios de fijar objetivos uniformes en materia de combate al cambio climático para todos los países del Norte, y otros creen necesario metas distintas para cada país, aunque englobadas en un propósito final común.

La UE propone políticas internacionales coordinadas, y otros estados creen conveniente permitir a cada país adoptar las medidas que mejoren se acomoden a sus circunstancias.

El acuerdo interno de la UE estableció metas distintas para cada país del bloque, aunque con el objetivo común de asegurar un recorte total de 15 por ciento de la emisión de los gases contenidos en la canasta.

"Se aguardaba de las negociaciones de esta semana en Bonn un plan concreto de recorte de la emisión de gases invernadero, que sería llevado luego a la reunión de Kyoto", observó Hare, de Greenpeace.

"Pero los delegados solamente combinaron piezas de papel, sin convenir la reducción de emisiones de combustibles fósiles, una medida esencial para evitar el peligroso cambio climático", señaló Hare.

Greenpeace cree que las industrias petrolera, del carbón y automovilística impiden un acuerdo internacional para disminuir drásticamente la emisión de dióxido de carbono, el más perjudicial de los gases invernadero.

"Más allá de la retórica de los gobernantes hay un claro apoyo a las tácticas dilatorias de esas industrias", aseguró Hare, que ha seguido el proceso de debates desde 1988, cuando una conferencia internacional advirtió al mundo en Toronto, Canadá, la necesidad de acción concertada contra el cambio climático.

El presidente de AGBM, Raúl Estrada-Oyuela, puntualizó que la reunión no fue convocada para negociar, sino para redefinir y consolidar las propuestas surgidas de Ginebra y establecer marcos claros de negociación para el próximo encuentro en Bonn.

Ese punto de vista fue compartido por el portavoz del Grupo de los 77 más China, Mark Mwandosa, de Tanzania.

"Nuestro objetivo era en primer lugar coordinar las propuestas ya conocidas, de tal modo que se pueda lograr acuerdo en Kyoto", explicó Mwandosa a IPS. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/ff/en/97

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