Los observadores se muestran perplejos ante la situación de la crisis de los rehenes cautivos en la embajada de Japón en Perú, pues algunos indicios sugieren una solución inminente y otros, por el contrario, apuntan hacia el endurecimiento y la prolongacion del conflicto.
Desde hace 76 días el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) tiene en su poder la embajada de Japón y mantiene como rehenes a 72 diplomáticos peruanos y extranjeros, así como a empresarios, funcionarios civiles y jefes policiales.
Varios analistas señalaron que las conductas del gobierno de Perú y del MRTA en estos últimos días, especialmente el lunes, no son coherentes, a menos que exista un desconocido hilo conductor que justifique las divergentes acciones y declaraciones de ambos protagonistas.
El presidente Alberto Fujimori viajó a República Dominicana y a Cuba con el declarado propósito de coordinar con los gobiernos de ambos países el asilo a la veintena de insurgentes que controlan la embajada de Japón en Lima.
Este viaje generó una oleada de optimismo en la mayoría de los observadores, que lo consideran como indicio de un inminente arreglo pacífico de la crisis de los rehenes.
Pero Néstor Cerpa, jefe del comando guerrillero, emitió señales contrarias al clima de solución pacífica que trata de generar Fujimori: no asistió a la reunión del lunes con el representante del gobierno y con los mediadores, y envió a la cita a su segundo, Roli Rojas, conocido como "El Arabe".
Al cabo de la octava ronda de conversaciones entre el gobierno y el MRTA, desarrollada mientras Fujimori conversaba en La Habana con el presidente de Cuba, Fidel Castro, sobre la posibilidad del asilo a los insurgentes, el obispo Luis Cipriani, uno de los mediadores, leyó un corto y casi desalentador mensaje.
El comunicado admite que todavía no se arribó a un acuerdo, pero que las conversaciones se realizaron en un marco de cordialidad y ambas partes están exponiendo sus posiciones.
En la tarde del sábado, horas antes del viaje del mandatario peruano a Santo Domingo, dos de los hombres de Cerpa, portando fusiles automáticos, colocaron grandes carteles en el techo de la embajada que reafirman la voluntad del MRTA de proseguir la lucha revolucionaria contra el regimen de Fujimori.
Por otro lado, el mismo día en que viajó Fujimori, se difundió en Lima y en el resto del mundo un video sobre el entrenamiento militar de un grupo de guerrilleros del MRTA en algún lugar de la selva peruana.
Estas conductas simultáneas y contradictorias de Fujimori y Cerpa crearon perplejidad y dieron origen a varias hipótesis sobre la coyuntura en la crisis de los rehenes.
"No han hablado sobre su discrepancia fundamental: el canje de rehenes por los emerretistas presos que demanda Cerpa y Fujimori rechaza, pero ambos se comportan como si entendieran de modo divergente el desarrollo de las negociaciones", expresó la periodista Graciela Larrea.
"Tal vez el viaje a República Dominicana es una cortina de humo y Fujimori prepara el asalto a la embajada, pero antes quiere demostrar que está haciendo todo lo posible para evitar el rescate por la fuerza que preparan sus halcones de las Fuerzas Armadas", aventuró Larrea.
Otro analista, Jorge Arnao, señaló la presunta incongruencia del MRTA de difundir un video belicista en momentos en que negocia la liberación de sus casi 400 militantes presos, incluida su dirigencia nacional.
"Si algo necesitaban los halcones militares para vetar el canje de rehenes por presos es ese video, en donde un grupo de jóvenes recibe adiestramiento militar y uno de ellos, de 13 años, declara a la cámara que no le importa matar", dijo Arnao.
"En estas negociaciones políticas las cosas no siempre son como parecen, suele haber algo debajo", comentó por su parte Jaime Garmendía, ex oficial del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea.
La frase de Garmendía, proponiendo buscar debajo de las apariencias, fue desarrollada por él mismo de un modo sorprendente: lejos de revelar que las negociaciones no caminan, los mensajes agresivos del MRTA podrían significar la inminencia de un arreglo negociado.
"Es posible que formen parte de los mensajes finales que quiere emitir Cerpa para salvar la cara, para liberar a los rehenes, tomar un avión con sus hombres y aterrizar en Santo Domingo, sin que su salida parezca una rendición", concluyó.
Dentro de esta línea de interpretación podría conjeturarse, como parte de los arreglos negociados entre el gobierno y Cerpa, que los dos canales más importantes de Perú hubieran difundido en sus programas de mayor sintonía del domingo el video de propaganda del MRTA. (FIN/IPS/al/ag/ip/97
