NIGERIA: Comicios locales de camino a la democracia

Las últimas elecciones locales de Nigeria, cuyo resultado final aún se desconoce, se enmarcan en el proceso de transición del régimen militar a la democracia, pero todavía es temprano para celebraciones, según observadores.

La Comisión Nacional Electoral (CNE) de Nigeria, el organismo que supervisa el proceso electoral de retorno a la democracia en este país africano, aún debe anunciar los resultados de los comicios del pasado fin de semana en 775 áreas de gobierno local.

Las elecciones tuvieron una buena participación del electorado, pero la CNE aún debe corroborar el porcentaje exacto de votantes de los 55 a 60 millones de ciudadanos habilitados.

Hasta ahora, menos de 33 por ciento de los resultados se dieron a conocer públicamente, pero se sabe que unos 23 políticos de la vieja guardia perdieron sus cargos en la zona central, occidental y suroriental del país.

"Los viejos políticos deben ser sustituidos por la nueva generación. Hay candidatos que participan desde 1960, entonces me negué a votar porque creo que no hay libertad de elección", manifestó un ciudadano de nombre Tokundo.

Las elecciones comenzadas el sábado no transcurrieron sin sobresaltos. Al menos en 10 estados, los votantes deberán volver a emitir su voto porque no hubo un ganador claro para la presidencia de los respectivos gobiernos locales.

De acuerdo con las normas de la CNE, el candidato ganador a la presidencia debe obtener el mayor número de votos y ganar no menos de un tercio del número total de sufragios emitidos en al menos dos tercios del número de distritos que constituyen un concejo.

Los resultados preliminares muestran una leve ventaja para el Partido Unido del Congreso de Nigeria, seguido por el Partido Democrático de Nigeria.

Los otros tres partidos -el Congreso para el Consenso Nacional, el Movimiento Popular Democrático y el Partido Nacional Centrista de Nigeria- no obtuvieron una votación significativa hasta el momento.

En algunas zonas del país también se reportaron protestas comunitarias contra la celebración de elecciones. En la localidad Ilaje del estado occidental de Ondo, por ejemplo, los 108.000 habitantes se negaron a votar en protesta por la no creación de un nuevo gobierno local.

"La comunidad ugbo, integrada por 108.000 personas, obtuvo cuatro distritos, mientras Ijaw Apoi e Ijaw Arogbo, con 85.000 personas, obtuvieron seis distritos", protestó Ogan Matimisebi, tesorero de la Asociación de la Juventud Costera de Ilaje.

Matimisebi declaró el domingo en rueda de prensa que la población local no se registró para las elecciones y continuará protestando hasta que se creen nuevos distritos para la comunidad cerca de la costa atlántica.

Los mismos sentimientos fueron expresados por los miembros de Modakeke, una pequeña comunidad cercana a la antigua ciudad de Ife, en el estado occidental de Osun. Los modakekes tampoco votaron el sábado.

Mientras, cerca de la Universidad Obafemi Awolowo, se realizaron protestas contra las elecciones presidenciales anuladas por los militares en junio de 1993.

Los manifestantes prendieron fuego a urnas y otros materiales electorales en los centros de votación situados dentro del recinto universitario, mientras otros cantaban reclamando la revisión de los comicios anulados y la liberación de Moshood Abiola, el supuesto ganador de esas elecciones.

Pero mientras las protestas en las comunidades eran previsibles, los analistas políticos fueron tomados por sorpresa al saber que figuras clave del gobierno militar, entre ellos el propio presidente Sani Abacha, no emitieron su voto.

Fuentes de la CNE explicaron que a algunos altos funcionarios gubernamentales se les prohibió votar con el fin de presentarlos como árbitros neutrales en el programa de transición.

Por otra parte, algunos partidos políticos ya denunciaron intimidaciones y compra de votos, y anticiparon que plantearán una queja formal ante la CNE.

Tokundo destacó que, aunque estos comicios locales se celebraron como parte del programa de transición hacia la democracia, aún es temprano para celebraciones.

"Si el gobierno tiene derecho a proscribir y encarcelar personas que intentaron discutir democráticamente el futuro de Nigeria y a impedir que los ciudadanos ejerzan sus derechos fundamentales, entonces el sistema actual puede describirse como una fusión de la militocracia y la democracia", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/ro/pm/ml/ip/97

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