MEXICO: Canciller niega presiones de Washington por tema drogas

La visita que este miércoles realizaron a México tres altos funcionarios de Estados Unidos no fue sorpresiva ni significa que existan presiones o negociaciones secretas con ese país en el tema del narcotráfico, afirmó hoy el canciller José Gurría.

La reunión estuvo preparada y fue para analizar el tema de la certificación antidrogas otorgada a México por Washington, la intención del Congreso estadounidense de anularla, y la próxima visita del presidente Bill Clinton, programada para abril, dijo Gurría a una radioemisora.

Sin aviso previo a la prensa, llegaron a México este miércoles Thomas McLarty, asesor de Clinton y embajador especial para América, Barry McCaffrey, jefe de la oficina de política contra las drogas, y Samuel Berger, consejero de seguridad nacional.

Los funcionarios, quienes se reunieron con el presidente Ernesto Zedillo, comunicaron un mensaje de Clinton "respecto a la voluntad de seguir cooperando", explicó Gurría, tras asegurar que no se informó de la visita por un error de comunicación.

No hay ninguna razón para no haber dado a conocer el tema, señaló.

El canciller indicó que el tema central de las reuniones realizadas con los funcionarios estadounidenses fue el interés de los congresistas de ese país de anular la certificación antidrogas otorgada el pasado viernes a México por Clinton.

"A México le interesa que haya pleno reconocimiento de los esfuerzos que hacemos en la lucha contra el narotráfico. Ahora estamos trabajando en conjunto (con Washington) para justificar la certificación en el Congreso", a pesar de las diferencias de enfoque existentes sobre el tema, declaró.

Congresistas estadounidenses preparan proyectos para anular la certificación por considerar que México no ha realizado esfuerzos suficientes contra el narcotráfico y que la corrupción permeó altas esferas del poder, como lo demostraría la detención del jefe antidrogas Jesús Gutiérrez por sus vínculos con las mafias.

Gurría criticó a funcionarios estadounidenses que, "para justificar ante congresistas la certificación antidrogas" otorgada por Washington, declararon la semana pasada que el gobierno de Zedillo habría aceptado condicionamientos.

"Hubo expresiones desafortunadas de algunos funcionarios que decían que los acuerdos eran concesiones mexicanas. Esto tenía como propósito impresionar favorablemente al Congreso", señaló, enfatizando que no existen condiciones sino cooperación.

Políticos de oposición, así como varios analistas locales, sostienen que para obtener la certificación México se sometió a las demandas de Washington.

Las vista de los tres altos colaboradores de Clinton se produjo en momentos que circulan insistentes versiones sobre la existencia de fuertes presiones de Washington para que el México detenga y extradite a narcotraficantes y permita que agentes estadounidenses circulen armados en territorio mexicano. (FIN/IPS/dc/dg/ip/97

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