EEUU: Empresarios aprenden a ganar licitaciones en Asia

Empresas estadounidenses que procuran jugosos contratos determinados por proyectos industriales financiados por el Banco Asiático de Desarrollo (ADB) se reunirán con funcionarios de la institución en las próximas semanas.

El Departamento de Comercio y la Agencia de Comercio y Desarrollo (TDA), organismo de promoción de exportaciones del gobierno de Estados Unidos, patrocinan una serie de talleres para explicar a las compañías cómo seducir al ADB.

Los talleres se celebrarán los estados de California, Filadelfia y Nueva Orleans en lo que resta del mes de marzo.

Las empresas competirán por 5.000 millones de dólares en contratos financiados por el ADB que convierten a Asia en "una gran oportunidad para las exportaciones estadounidenses", dijo el director de la TDA, J. Joseph Grandmaison.

"Estos proyectos están en diferentes etapas de evaluación financiera por parte del banco y representan oportunidades sólidas con respaldo financiero", agregó Grandmaison.

En los seminarios, los funcionarios de la TDA y el ADB se reunirán con representantes de los estatales Banco de Exportaciones e Importaciones (Exim Bank) y la Corporación de Seguros Privados en el Extranjero (OPIC), que suministra pólizas contra riesgos políticos como guerras y nacionalizaciones.

La OPIC figura entre los programas federales definidos como "bienestar corporativo" por organizaciones de defensa del ambiente, el libre comercio y los consumidores.

Estos grupos, que cuentan con respaldo tanto de demócratas como de republicanos en el Congreso de Estados Unidos, afirman que el gasto del dinero de los contribuyentes que supone el funcionamiento de estas agencias es injustificado.

Se prevé que la directora ejecutiva en representación de Estados Unidos en la junta del ADB, Linda Tsao Yang, participará en al menos un taller. Otros dos altos funcionarios del banco, Peter Pederson y Robert Robertson, asistirán a los otros dos.

Los talleres "brindarán una invalorable oportunidad de aprender, conexiones y conocimiento sobre los pasos requeridos para competir exitosamente por contratos en Asia", dijo Grandmaison.

Los antecedentes de las empresas estadounidenses en materia de obtención de ese tipo de contratos es disímil, agregó el funcionario.

El portavoz de la TDA, Steven Maviglio, dijo que eso se debe, en parte, a la dura competencia de las empresas japonesas, que gozan de la ventaja de la proximidad geográfica, y francesas, cuya historia colonial en Indochina les facilita el acceso a esos mercados.

La TDA organizó talleres similares para facilitar a las empresas estadounidenses el acceso a contratos con el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo Africano, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Pero los talleres con el ADB es la primera instancia de la agencia dedicada exclusivamente a un banco multilateral de desarrollo, explicó Maviglio.

Además del entrenamiento a las empresas estadounidenses, la TDA brinda fondos para la realización de estudios de factibilidad de proyectos que, de otra forma, serían realizados por empresas competidoras internacionales.

Para acceder a esas financiaciones, las autoridades locales deben permitir que esos estudios sean realizados por una empresa estadounidense que, según distintas versiones, recomendará a otra para la concreción definitiva del proyecto.

Los grupos de defensa de la justicia comercial y del ambiente consideran que esta práctica es potencialmente corrupta y que existe un conflicto de intereses.

La TDA tiene un presupuesto anual de unos 40 millones de dólares. En cambio, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, su contraparte, cuenta con 1.700 millones de dólares anuales, y el Programa de Asistencia al Comercio de Gran Bretaña, con 100 millones de dólares.

Estos programas de ayuda obligan a los países beneficiados a comprar bienes y servicios procedentes de los países donantes a cambio de financiamiento al desarrollo.

Esto agrega entre 10 y 30 por ciento a los costos que habrían pagado si se les hubiera permitido convocar una competencia libre, según una investigación citada el año pasado en un informe del Banco Mundial.

Las empresas estadounidenses aspiran a ganar 328 millones de dólares en órdenes de equipamiento para un proyecto de telecomunicaciones rurales en Tailandia que cuenta en total con un financiamiento de 660 millones de dólares.

El ADB prestará, supuestamente, 100 millones de dólares al proyecto, que tiene el objetivo de brindar servicios de telefonía a larga distancia a unos 43.000 lugares en el interior de Tailandia.

Un proyecto energético de 314 millones de dólares podría implicar la emisión de pedidos por alrededor de 200 millones de dólares, según la TDA.

Ese proyecto, para el cual el ADB presta 134 millones de dólares, consiste en la instalación de líneas de transmisión, subestaciones, un centro de control nacional y el diseño de estaciones de energía en base a gas.

Las empresas estadounidenses también pretenden beneficiarse del mejoramiento de las carreteras y puentes de Vietnam, que podría aportarles entre 90 y 160 millones de dólares por la venta de bienes y 7,8 millones de dólares por el suministro de servicios.

Un proyecto de mejoras de los servicios portuarios de Indonesia podría suponer para las compañías contratos por entre 4,4 y 8,8 millones de dólares, y también hay oportunidades en el sector industrial y obras de infraestructura en India y Laos, según la agencia. (FIN/IPS/tra-en/aa/yjc/mj/if/97

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