CUBA: Fidel Castro se confiesa eterno enamorado

El presidente de Cuba, Fidel Castro, confesó que es "un enamorado eterno del sexo femenino" y que a sus 70 años aun se enamora "con facilidad, pero ahora de una manera más platónica".

"Ningún amor es igual a otro. El amor tiene mucho de química y hay tantos amores como químicas", dijo Castro en una entrevista publicada este domingo por el semanario Juventud Rebelde, órgano de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

Castro, considerado un hombre atractivo y con una personalidad magnética, reconoce que de joven era tímido, piropeaba a las muchachas y le gustaba enamorar y no que lo enamoraran.

"Las mujeres nunca deben demostrarle a un hombre que lo quieren, porque cuando un hombre se entera de que están enamoradas de él se da importancia. La indiferencia es lo más estimulante en el amor", aseguró.

En sus confesiones a las periodistas cubanas Magda Resik y Alina Perera, Castro rompió su costumbre de mantener en la sombra y guardar el mayor silencio sobre todo lo relacionado con su vida privada.

Nacido en 1926, en un punto del oriente de Cuba conocido como Birán, Castro dirigió la revolución que en 1959 derrocó la dictadura de Fulgencio Batista y 38 años después todavía se mantiene en el poder.

En Cuba siempre se le ha imaginado como "un gran enamorado", padre de varios hijos, defensor número uno de las mujeres y de su lugar en la sociedad, pero nunca se ha conocido a ciencia cierta quién es su esposa o cuántos hijos tiene.

La entrevista aparece a un mes de la publicación en el diario ABC, de España, de apasionadas cartas que el hoy presidente envió en los años 50 a Natalia Revuelta (Natty) y que fueron divulgada por la hija de ambos, Alina Fernández Revuelta.

Tanto Revuelta como Castro estaban casados legalmente en aquel momento y el entonces joven de 27 años asegura ahora que "las apariencias ante el mundo no deben importarnos, lo que vale es lo que está dentro de nuestras conciencias".

Fernández, que lleva como primer apellido el del esposo de su madre, tiene 40 años, vive en Estados Unidos desde 1993, es una declarada opositora de Castro y, según trascendidos, pudo haber recibido entre 40.000 y 50.000 dólares por las cartas.

Las cartas a Revuelta fueron escritas en el antiguo presidio de Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud), donde Castro estuvo preso tras el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, considerado el comienzo de la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Bastista (1952-1959).

"Hay cosas duraderas, a pesar de las miserias de esta vida; hay cosas eternas, cual las impresiones que de ti tengo, tan imborrables, que me acompañarán hasta la tumba", escribió Castro en una carta fechada el 7 de noviembre de 1953.

Para él, "la mujer es lo más delicado de cuanto hay en el mundo…compañera de alegría, de placer, de sentimiento, de ideas o de propósitos, en el pasado, en el presente o en el futuro, un minuto o una vida, la mujer es la acreedora en lo más íntimo del corazón del hombre a una veneración intachable y sagrada".

Revuelta, que tiene más de 60 años y vive en Cuba, declaró que aunque había entregado las cartas a su hija, nada tuvo que ver con su publicación y que por Castro conserva "sentimientos de respeto".

"Hay algunas cartas hechas por ahí, hechas en la pasión de la distancia. La distancia siempre engrandece el amor. Eran cartas escritas con mucho sentimiento", afirmó el presidente cubano el domingo, aunque sin aclarar de qué cartas hablaba.

En Cuba nada se dijo de la publicación en España de las misivas de amor de Castro, como también se ha mantenido en silencio todo lo referente al salida de su hija del país y a la cruzada que ésta mantiene contra el gobierno de su padre.

En una faceta poco conocida, Castro se revela como un hombre celoso, al que en sus tiempos mozos "no le gustaba que la novia saliera mucho a la calle ni que se la miraran".

Castro declara que "todas" las mujeres le han hecho perder la paciencia, que la mujer cubana se distingue "por ser dulce" y que, contra la costumbre de muchos cubanos, prefería enamorar en lugares "íntimos", y no en el Malecón habanero, avenida que corre junto al mar.

"El amor también necesita tácticas. Es una contradicción, sin contradicción no se alimenta. Hay amores más cortos, más largos, más pacíficos…pero siempre tiene que haber pasión", dijo el presidente cubano. (FIN/IPS/da/ff/ip/97

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