Cuba pretende convertir abril en un "mes grande" para la producción azucarera, al informarse de serios atrasos que podrían comprometer el final de la zafra.
Considerado tradicionalmente el mayor mes de producción azucarera, este año marzo dejó tras sí la certeza de que para superar las 4,5 millones de toneladas de azúcar será necesario extender la zafra más allá de lo pronosticado.
El ministro de la Industria Azucarera, Nelson Torres, dijo durante una reunión nacional de dirigentes sindicales que hay atrasos en la cosecha y que la zafra llegará hasta los primeros días de mayo.
Este parece ser el primer aplazamiento público que contradice el intento oficial de terminar la cosecha en abril a pesar de "los contratiempos".
Antes de la crisis económica estallada en 1990, Cuba se encontraba entre los diez primeros productores mundiales del dulce.
El azúcar representaba entonces 50 por ciento de las exportaciones nacionales, pero ya en 1993 bajó a 38 por ciento.
Según estadísticas oficiales, la menor producción desde el establecimiento del gobierno socialista en 1959 fue en 1995, con 3,3 millones de toneladas.
En 1990 Cuba produjo 8,4 millones de toneladas de azúcar, bajó a 7,6 millones en 1991, a siete en 1992, a 4,2 en 1993 y a cuatro en 1994.
La caída en picada, que llegó a ocasionar pérdidas por 2.000 millones de dólares por el dulce no exportado, pareció cerrarse en 1994 y Cuba logró terminar la zafra 1995-96 con una producción de 4,45 millones de toneladas.
Para este año las autoridades esperan sobrepasar ligeramente los 4,45 millones de toneladas y expertos nacionales y extranjeros estiman que podría alcanzar entre 4,5 y 4,7 millones.
Sin embargo ,en abril los rendimientos agrícolas comenzarían a bajar, se acrecentará el calor y empezará la temporada de lluvias, lo que hará más difícil y costosa la presente zafra.
Especialistas afirman que la producción podría extenderse hasta junio, en especial en el conglomerado cañero que forman las provincias orientales de la isla, que tienen los planes más ambiciosos de elaboración de azúcar.
El vicepresidente Carlos Lage dijo la semana pasada que Cuba tiene posibilidades, de acuerdo con el comportamiento del clima, de moler toda la caña prevista y cumplir su programa de producción de azúcar.
La extensión de la zafra más allá de abril permitiría pagar los créditos asumidos para esta cosecha, honrar los compromisos de venta con Rusia y China y buscar un ligero respiro para las menguadas finanzas estatales en moneda fuerte.
Contra el propósito oficial de "hacer una campaña corta y eficiente" conspiraron desde 1996 condiciones climáticas desfavorables, como el paso del huracán Lili, que afectó miles de hectáreas de caña.
La extensión tardía de préstamos, estimados en unos 350 millones de dólares, la llegada fuera de tiempo de los insumos y el inicio de la cosecha fuera del programa conspiraron igualmente contra las previsiones oficiales.
Lage aseguró a la prensa este mes que entre los efectos principales de la ley estadounidense Helms-Burton, que refuerza el bloqueo contra Cuba, se encontró el retraso del financiamiento externo concertado para garantizar la zafra.
La Helms-Burton, aprobada por el presidente Bill Clinton hace un año, pretende frenar el flujo de capital e inversión extranjera hacia el país caribeño.
En 1996, el ING Bank de Holanda anuló una línea de crédito para la zafra azucarera cubana por temor a ver afectados sus intereses en Estados Unidos.
Una radioemisora local atribuyó a los efectos de la Helms- Burton la decisión del gobierno de España de cortar un financiamiento, calculado en ocho millones de dólares, que las autoridades utilizarían para la adquisición de cuchillas para las cortadoras mecánicas y fertilizantes.
Fuentes oficiales reconocen que la inyección de capital extranjero en la zafra 1995-1996, superior a los 300 millones de dólares, permitió el salto productivo de 3,3 millones a 4,45 millones de toneladas de azúcar.
Marzo está considerado el mejor momento climático para la caña de azúcar, cuando la sacarosa presenta la mayor concentración en el tallo de la caña y, por ende, garantiza la extracción de mayores niveles de azúcar.
Expertos cubanos alertan que de extenderse la zafra más allá del tiempo planificado los preparativos de la cosecha se montarían en la curva de riesgo y alejarían el necesario salto en la producción de azúcar. (FIN/IPS/da/dg /if/97
