Los cuatro mayores mercados de América Latina recibieron con calma el aumento en Estados Unidos de la tasa de interés interbancaria diaria, el indicador que en 1994 desencadenó la crisis mexicana y el llamado efecto tequila.
Funcionarios, agentes de bolsa y analistas pronosticaron en Argentina, Brasil, Chile y México que el crucial ingreso de capitales no será afectado por el alza de 0,25 puntos de la tasa anual para préstamos interbancarios a un día dispuesto el martes por la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
Carlos Rodríguez, jefe de asesores del Ministerio de Economía de Argentina, resumió el estado de ánimo de los funcionarios latinoamericanos al observar que "las tasas (estadounidenses) estuvieron el año pasado más altas que ahora", y no impidieron la recuperación económica de su país.
El aumento, el primero desde febrero de 1995, que ubica la tasa en 5,5 por ciento al año, "no representará problemas", pues el mismo indicador había retrocedido dos puntos al finalizar 1996, señaló por su parte el presidente del Banco Central de Brasil, Gustavo Loyola.
Mientras, la consultora Tanner Corredores de Bolsa, de Chile, confía en los instrumentos en poder de las autoridades monetarias y financieras de su país para la asimilación de consecuencias de la resolución de la FED (Banco Central de Estados Unidos).
Los analistas aguardan en Santiago cierto impacto en los títulos negociados por empresas chilenas en Estados Unidos y en las compañías que tomaron créditos en el mercado estadounidense.
"El aumento no afectará las reservas ni influirá mayormente en la orientación de los flujos de capital extranjero en México, aunque incidirá algo en el costo de la deuda externa", declaró Carlos Sámano, de la firma bursátil mexicana Bancomer.
Seis intervenciones de la FED en la tasa interbancaria diaria, que subió entonces a 5,50 por ciento, el mismo nivel que ahora, se combinaron en 1994 con los problemas políticos de México para dar lugar a partir de diciembre de aquel año al peor momento de la economía mexicana desde la crisis de la deuda externa de 1982.
Los acreedores de México no renovaron sus títulos de deuda a corto plazo y el ingreso de capitales se interrumpió súbitamente.
La FED volvió a aumentar la tasa interbancaria en febrero de 1995, llevándola a seis por ciento, mientras el terremoto financiero mexicano lanzaba su efecto tequila sobre todos los mercados emergentes y repercutía especialmente en Argentina.
Como en esta oportunidad, las decisiones de la FED de 1994 y febrero de 1995 tuvieron el propósito de evitar el recalentamiento de la economía de Estados Unidos.
La principal preocupación del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, era entonces y es ahora antiinflacionaria. La FED resolvió el ligero incremento del martes debido "al vigor persistente de la demanda", que a su juicio, entraña riesgos de inflación.
La economía de Estados Unidos crece desde hace 16 años, con el único intervalo de la recesión de 1991, que provocó la derrota del entonces presidente George Bush ante Bill Clinton en las elecciones de 1992.
Según Marco Espinosa, economista investigador de la FED en la sureña ciudad de Atlanta, los inversionistas permanecerán a la expectativa de otras decisiones de Greenspan, aunque no se aguardan trastornos en los mercados.
Los riesgos para los capitales "son mayores en América Latina que en Estados Unidos", y los inversionistas pedirán "mejores tasas de interés. Se verán tasas más altas" en la región, advirtió Espinosa a la cadena de televisión CNN.
En tanto, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, es cauteloso.
Iglesias consideró la semana última en Barcelona la posibilidad de un alza generalizada de tasas de interés en los mercados mundiales, que perjudicaría el ingreso de capitales de corto plazo en América Latina.
Argentina y Brasil son fuertemente dependientes de los capitales externos para la financiación de su déficit de cuenta corriente.
Argentina necesita este año recursos equivalentes a cinco por ciento de su producto interno bruto y Brasil debe refinanciar vencimientos cada 90 y 120 días y obtener crédito adicional para enfrentar el desequilibrio de sus cuentas públicas.
Rodríguez cree que el alza de la tasa interbancaria estadounidense será compensado, en lo que se refiere a Argentina, por la reducción de 16 a cuatro por ciento de la prima de "riesgo país" verificada desde la crisis de 1995 hasta ahora.
Así mismo, Argentina cuenta para bloquear factores agresivos con una red de seguridad bancaria, organizada en 1995 para defender el sistema financiero nacional del efecto tequila.
Isaac Guterman, representante de una firma bursátil, calculó que sólo un nivel de tasas internacionales de ocho por ciento anual podría afectar el mercado argentino.
El Ministerio de Economía de Argentina calculó que el costo de la deuda externa del Estado se incrementará "sólo" 62 millones de dólares tras la decisión de la FED, pues 70 por ciento del endeudamiento está sujeto a tasas fijas.
Por su parte, el ministro de Hacienda de Brasil, Pedro Malán, afirmó que la economía brasileña ya ganó credibilidad suficiente como para resistir un pequeño aumento de la tasa estadounidense.
No obstante, Malán puntualizó que el Ministerio de Hacienda podría imponer restricciones al crédito, una alternativa "mejor" que la elevación de tasas de interés.
Al actuar sobre el crédito se podría "contener las importaciones sin revertir la tendencia a la reducción gradual de intereses internos", explicó el ministro brasileño.
Mientras, Loyola aseguró que el déficit comercial brasileño no tiene aun relevancia. La financiación de las importaciones superó con creces el año último un saldo comercial desfavorable de 5.539 millones de dólares y contribuyó con 8.000 millones al aumento de las reservas internacionales de Brasil.
La bolsa de valores de México cerró el martes con una ganancia de 0,25 por ciento, cuando ya se conocía la magnitud del alza de la tasa estadounidense, y llevó su índice a 3.837,46 puntos. El dólar para operaciones mayoristas mantuvo su cotización del lunes, de 7,89 pesos.
Por último, el presidente del Banco Central de Chile, Carlos Massad, descartó toda novedad en materia cambiaria o de tasas de interés hasta el 19 de abril, fecha prevista por la institución para la evaluación de la política monetaria.
Chile evitó en 1995 el efecto tequila gracias a una alta acumulación de ahorro interno, que reduce su necesidad de financiamiento externo a corto plazo.
La economía chilena mantuvo su crecimiento, mientras México registraba una caída de 6,9 por ciento. (FIN/IPS/ff/if/97