ALIMENTACION: Cosecha record de granos no estabiliza mercados

La cosecha mundial record de 1996 no bastó para asegurar las reservas de granos y los mercados son aún vulnerables a las condiciones del clima y al alto consumo de los ricos, advirtieron hoy investigadores estadounidenses.

Las reservas mundiales de granos sólo bastan para 55 días de consumo, "algo menos que en 1973, cuando los precios se multiplicaron por dos", destacó la organización no gubernamental Worldwatch Institute.

Es necesario disponer de reservas para 70 días de consumo para evitar una disparada de precios en el caso de caída relativa de la producción, consignó el instituto en un informe.

"Pese a las excepcionalmente favorables condiciones del clima y a la cosecha record de 1996", sólo se agregaron cuatro días de consumo potencial a los "stocks" de granos, hasta el total de 55 días, agregó el instituto.

"Cuando los remanentes no bastan para un consumo de 60 días, los precios de los granos son altamente volátiles y están orientados por los informes diarios del estado del tiempo", explica el informe.

A principios de 1996, los precios del trigo y del maíz se duplicaron respecto del año previo, debido al temor de que los remanentes cayeran a un volumen histórico mínimo. Las cotizaciones cedieron luego, ante la perspectiva de una importante cosecha, pero permanecen inestables.

La investigación de Worldwatch cuestiona el vaticinio del Banco Mundial de "una importante recomposición de reservas" para este año.

Los granos encabezaban en el último trimestre de 1996 una declinación general de precios de las materias primas no energéticas, según el índice publicado en febrero por el Banco Mundial.

"La cosecha mundial record y la probable recomposición de las reservas de granos en 1997 llevan los precios a la baja", observó el Banco Mundial.

"Dado que no se aguarda el aumento del comercio internacional" de alimentos, "los principales exportadores deberán proceder en 1997 a una importante recomposición de reservas", agregó.

Worldwatch pone en duda ese pronóstico. "El mundo consume cinco millones de toneladas de granos por día y, entonces, para aumentar los remanentes de 55 a 70 días de consumo es necesario un volumen adicional de 75 millones de toneladas", señaló.

"La próxima consecha tendría que rendir 1.920 millones de toneladas para asegurar ese objetivo, y eso significa un incremento de 80 millones de toneladas sobre la abultada producción del último año", puntualizó Worldwatch.

"Dado que la producción ha perdido fuerza en los años 90, el pronóstico no favorece la recomposición" de las reservas, concluyó.

Varias razones sostienen esa afirmación. En materia de suministros, Worldwatch destacó "la escasez de tierras y agua y la menguante respuesta al uso de fertilizantes tradicionales".

Esos factores "vuelven difícil un aumento sostenido de la producción de granos semejante al que caracterizó el periodo 1950- 1990, cuando la cosecha mundial se triplicó", agregó.

Mientras, se observa "un robusto crecimiento" de la demanda. Cada año se suman 80 millones de nuevas bocas para alimentar, aunque el principal problema no es el aumento de la población, sino el apetito de los ricos.

Ese punto de vista es compartido por la Oficina sobre Población (PRB), también de Washington, que este viernes divulgará un informe para subrayar la desigualdad de la distribución y el consumo de alimentos.

Las actuales cosechas son suficientes para alimentar a los casi 6.000 millones de pobladores de la Tierra, pero la mayor parte de la producción es engullida por las naciones ricas y por el creciente grupo de habitantes de alto poder adquisitivo de los países pobres, según PRB.

Como resultado, cuatro de cada 10 habitantes de Africa subsahariana y dos de cada 10 pobladores de Asia meridional están desnutridos, afirmó el PRB, con base en estadísticas de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).

Así mismo, millones de personas que consumen diariamente la cantidad de calorías suficiente para escapar a la categoría de la desnutrición, presentan una dieta insuficiente en proteínas y vitaminas y minerales esenciales para la salud, advirtió la PRB.

Agregó que el incremento de los ingresos en países en desarrollo se traduce en un mayor consumo de carne y lácteos, cuya producción exige el uso masivo de granos forrajeros.

Worldwatch observó que el consumo de carne y lácteos crece rápidamente en India, Indonesia y Corea del Sur.

Pero destacó especialmente el crecimiento económico de China, donde los ingresos se incrementaron dos tercios en los últimos cinco años. Ese aumento amenaza la seguridad alimentaria mundial, pues permite un creciente consumo a los 1.200 millones de habitantes de China.

El equilibrio del mercado de alimentos es precario. Para producir la cosecha record del año último, "los granjeros, inducidos por buenos precios, dedicaron a la siembra de granos tierras reservadas a la soja y otras semillas oleaginosas", observó Worldwatch.

"Como resultado, las reservas de oleaginosas cayeron vertiginosamente. Los precios de las oleaginosas se fortalecerán en el verano boreal y parte de la tierra destinada en 1996 al cultivo de granos volverá a la soja y a otras semillas", según el instituto.

De confirmarse ese vaticinio, se tendrá "otra dificultad para recomponer las reservas de granos", de acuerdo con el informe. (FIN/IPS/tra-en/aa/yjc/ff/97

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