ZAIRE: Guerra civil amenaza reservas de fauna protegida

Una organización ambientalista internacional solicitó al gobierno y los rebeldes de Zaire la protección de la fauna silvestre atrapada en las zonas de combate.

La exhortación fue lanzada cuando el ejército lleva adelante una ofensiva para reconquistar una franja del territorio fronterizo con Burundi, Ruanda y Uganda que está en manos de la insurgente Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (ADFL).

Esa zona es el hábitat de más de la mitad de los gorilas de montaña que aún sobreviven en el mundo, del rinoceronte blanco y del okapi, un jiráfido de Zaire.

"Confiamos en que esas áreas no sean alcanzadas por el conflicto en curso", escribió Claude Martin, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en una carta a los bandos beligerantes de Zaire.

El WWF, que tiene sede en Suiza, advirtió que la desaparición de esos animales tendría serio impacto en Zaire. "Los beneficios que la población zaireña obtiene de esos parques y reservas también desaparecerían", dijo Martin.

La organización está especialmente preocupada por la suerte de los parques nacionales de Virunga, Garamba, Maiko y Kahuzi Biega y de la reserva de okapis.

El parque nacional de Garamba, de 4.900 kilómetros cuadrados y declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), alberga los últimos 31 rinocerontes blancos del mundo.

Mientras, Virunga, Maiko y Kahuzi Biega son famosos por sus gorilas, que habitan tanto zonas montañosas como las llanuras orientales.

"Esas áreas contienen una herencia insustituible para la población de Zaire y para el mundo", destacó Martin en su carta, que fue presentada a la oficina del presidente Mobutu Sese Seko por los delegados del WWF en Kinshasa.

Así mismo, copias del documento fueron enviadas a los Ministerios de Defensa, Ambiente y Turismo, al primer ministro Kengo wa Dondo y al director del departamento de parques nacionales, informó Jean-Pierre d'Huart, representante regional del WWF.

"También entregamos copias a (Laurent-Desire) Kabila en Goma, y al gobernador de la (oriental) provincia de Kivú del norte", dijo D'Huart a IPS en la capital de Kenia.

Kabila es el líder de la AFDL, que controla Kivú del Norte y tiene su cuartel general en Goma, el principal entre los centros urbanos capturados por los rebeldes. Goma está cerca de los parques nacionales del este de Zaire.

Uno de esos parques, Virunga, presenta problemas ambientales desde 1994, cuando 850.000 refugiados procedentes de Ruanda se instalaron a sus orillas. Los refugiados destruyeron gran parte de la vegetación en el borde de la reserva y practicaron ilegalmente la caza.

Trescientos veinte de los 620 gorilas de montaña que se cuentan en el mundo se hallan en la cadena montañosa de Virunga, que atraviesa el parque y se prolonga en territorio de Ruanda y Uganda.

Los 300 gorilas de montaña restantes habitan el llamado Impenetrable Parque Nacional de Bwindi, en el sudoeste de Uganda.

Unos 600.000 refugiados regresaron en noviembre a Ruanda y Annete Lanjouw, del Programa Internacional de Conservación del Gorila expresó entonces a IPS el alivio de su organización.

Esos refugiados "ya no volverán a entrar en los parques en busca de leña y alimento", dijo Lanjouw.

Los guardabosques no informaron desde ese momento de episodios de caza de animales protegidos. Pero la guerra civil estallada en la zona oriental de Zaire puede dar lugar a la matanza de gorilas, a la destrucción de su hábitat o la propagación entre ellos de enfermedades de los seres humanos.

"No hemos sabido de ningún gorila de montaña muerto por el hombre desde el comienzo de los combates, aunque recibimos información de que las tropas del gobierno cazan hipopótamos y búfalos para alimentarse", señaló D'Huart.

El WWF también teme daños en el Parque Nacional de Garamba, hogar de unos 11.000 elefantes y del único rebaño de jirafas de Zaire, debido a la cercana presencia de 80.000 refugiados sudaneses.

"La guerra estallada hace 14 años en el sur de Sudán y el deterioro de la economía de Zaire estimulan la caza furtiva en Garamba", explicó D'Haurt. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/ff/en/97

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