El estancamiento continuará marcando aparentemente las relaciones entre Cuba y la Unión Europea (UE), a pesar del rechazo comunitario de la estadounidense ley Helms- Burton y del deseo de La Habana de fortalecer vínculos con ese bloque.
"Nuestra postura sobre Cuba no se diferencia de la acordada por los 15 miembros de la Unión en diciembre", declaró Joke Zuidwijk, de la embajada de Holanda en la isla.
Holanda preside la UE en el semestre enero-junio y no parece que revertirá esa postura, que pide a Cuba el tránsito hacia el pluralismo democrático, reformas al Código Penal, liberación de presos políticos y el fin de la persecución a los disidentes.
La UE condicionó a esas reformas la firma de un acuerdo de cooperación con Cuba, aunque decidió mantener su ayuda humanitaria a este país.
Sin embargo, fuentes diplomáticas en Bruselas aseguraron que la ayuda humanitaria disminuyó de 34,8 millones de dólares en 1995 a 18,7 hasta noviembre de 1996, sobre todo por la prioridad otorgada por el bloque a otras emergencias en el mundo.
La UE proyecta hacer llegar este año a Cuba una ayuda extraordinaria de 11 millones de dólares, destinados a los sectores más necesitados del país.
En cualquier caso, Cuba mantiene fluidas relaciones comerciales con cada uno de los miembros de la UE, que son destino u origen de 32 por ciento del intercambio total de la isla.
Entre los 10 socios más importantes de Cuba aparecen España, Francia, Gran Bretaña, Italia y Holanda, cinco países de los que también procede el mayor flujo de turistas hacia este país.
Cuba mantiene acuerdos de protección de inversiones con Gran Bretaña, Italia, España y Alemania y sólo no tiene relaciones bilaterales formalizadas con Irlanda.
El comercio con Holanda creció 40 por ciento en 1995 respecto de 1994, según Zuidwijk. La funcionaria holandesa señaló que hasta agosto, el intercambio bilateral alcanzó los 160 millones de dólares.
Zuidwijk explicó que aumenta el interés de los empresarios holandeses por Cuba y que las 29 firmas de su país establecidas en la isla incrementaron su flujo comercial.
"Una importante delegación empresarial holandesa debe llegar a Cuba en marzo, invitada por la Cámara de Comercio, para observar las posibilidades del mercado cubano", informó.
Holanda tiene una participación de cinco por ciento en el Programa Mundial de Ayuda para el Desarrollo que se otorga a la isla, aporte que ofrece a través becas para cursos especializados de tres a cinco años.
"En 1995, este programa otorgó cursos a unos 46 cubanos y superó los 660.000 dólares", dijo Zuidwijk.
Mientras, España, punto de origen de la tercera parte de las exportaciones de la UE a la isla, aumentó 30 por ciento su comercio con Cuba en los últimos 11 meses de 1996. Hay en la isla 80 asociaciones económicas mixtas cubano-españolas y 111 firmas españolas están acreditadas en este país.
Inocencio Arias, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, informó a fines de 1996 que un instituto oficial de su país financia un estudio solicitado a una empresa española sobre la inconclusa central nuclear cubana de Juraguá.
Por otra parte, el gobierno de Aznar desembolsó unos 350.000 dólares para el financiamiento de obras de remozamiento de La Habana y para investigaciones agrarias y sanitarias.
España había entregado anteriormente 700.000 dólares para comenzar la rehabilitación del Acueducto Albear en La Habana. Ese fue el primer desembolso del gobierno español tras la decisión en mayo de suspender su ayuda oficial hasta ver cambios polítícos en la Isla.
Así mismo, Gran Bretaña otorgó casi 320.000 dólares a Cuba para reparar daños ocasionados el pasado año por el huracán Lily.
Ese aporte se sumó a 45.000 dólares entregados anteriormente por el gobierno británico para cubrir emergencias por escasez de agua potable y a los 80.000 ofrecidos a la Cruz Roja Internacional para la adquisición de artículos de primera necesidad tras el paso de Lily.
Además, delegaciones comerciales europeas visitaron Cuba en 1996. Unos 60 empresarios franceses encaminaron 15 nuevos proyectos de cooperación conjunta, que se suman a las 35 empresas de Francia que mantienen inversiones en la isla.
Sin embargo, Cuba es uno de los 10 países con los que la UE no mantiene acuerdo específico de cooperación, y ese hecho le cierra fuentes de financiamiento para su desarrollo.
La Habana expresó interés por alcanzar ese acuerdo, pero también ha puntualizado que no hará concesiones políticas para lograrlo. "Deseamos hablar con la Unión Europea de todos los temas necesarios, pero sin condicionamientos", afirmó el canciller Roberto Robaina.
Analistas consideran que si la UE busca promover reformas políticas en la isla, debería firmar un acuerdo de cooperación, como medio de incrementar su influencia sobre Cuba.
Pero la UE no parece dispuesta a llevar sus diferencias con Estados Unidos más allá de la discusión sobre la ley Helms-Burton, promulgada para estrechar el cerco económico en torno de Cuba.
La UE condena el principio de extraterritorialidad implícito en la Helms-Burton, que faculta a los antiguos propietarios estadounidenses de bienes expropiados por el gobierno cubano a demandar ante los tribunales de Estados Unidos a todo individuo o empresa que negocie con esos activos.
"Los 15 no desean litigar con Washington por el mero hecho de litigar", dijo el canciller holandés Hans Van Mierlo. "Pero no retirarán su demanda ante la Organización Mundial de Comercio contra esa ley".
Para los expertos, esa postura de la UE representa otro obstáculo a la negociación del acuerdo de cooperación y oscurece el ya incierto futuro de las relaciones entre las dos partes. (FIN/IPS/mrc/ff/ip if/97
