HABITAT: Gobiernos resultan impotentes sin la sociedad civil

La dimensión de los problemas urbanos, tanto en megaciudades como en pueblos pequeños, desborda a los gobiernos locales y requiere la participación de la comunidad entera.

El Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos corroboró que por sí solos los gobiernos no pueden resolver problemas de superpoblación, vivienda, servicios sanitarios, entre otros que degradan la vida en los centros urbanos.

El subsecretario general de Naciones Unidas (ONU) para el Hábitat, Wally N'Dow, proclamó que las soluciones provendrán de la participación de todos los sectores de la sociedad civil.

La tarea de encontrar remedio a los problemas de los asentamientos humanos se vuelve complicada y compleja porque suman miles de millones los carentes de viviendas adecuadas, dijo N'Dow durante una consulta realizada el pasado viernes con los sectores involucrados.

Las dificultades para una vida sostenible en los centros urbanos surgen también de la pobreza, de la afluencia de refugiados, de las drogas y del deterioro ambiental.

Ninguna ciudad escapa a esa problemática, advirtió el alcalde de Santiago de Chile, Jaime De La Fuente Ravinet. Todas sufren por la pobreza, la segregación y la contaminación, confirmó.

La experiencia del alcalde de la capital chilena indica que "es más fácil resolver los problemas cuando se tiene el respaldo de la comunidad".

Después de la Conferencia sobre Asentamientos Humanos (Hábitat II), realizada en Estambul en junio de 1996, la ONU impulsó la idea de incorporar a representantes de la sociedad civil a las consultas con autoridades locales sobre los problemas urbanos.

N'Dow propuso, durante la reunión de la semana pasada en Ginebra, que las organizaciones no gubernamentales se incorporen como miembros de la Comisión de la ONU para Asentamientos Humanos.

Hasta ahora, la Comisión ha estado integrada por 58 miembros, todos representantes de gobiernos.

La idea de N'Dow es ampliar a 92 el número de integrantes del organismo, con la participación de figuras de la sociedad civil.

Por sociedad civil se entiende, precisó N'Dow, a todos los actores ajenos al Estado, lo que abarca a organizaciones no gubernamentales, empresarios, fundaciones, grupos de mujeres, sindicatos, representantes de jóvenes, científicos y profesionales.

Luego de la Conferencia de Estambul, numerosos gobiernos aprobaron planes quinquenales para aplicar las recomendaciones del programa aprobado en la ciudad turca.

Los participantes de la reunión de Ginebra propusieron que los asociados del sector privado también esbocen sus propios planes de acción, que se deberían focalizar, indicaron, en aspectos prácticos y en acciones locales.

Los grupos independientes tendrán que presionar a los gobiernos que no han preparado programas de acción para que apliquen las resoluciones de la Conferencia Hábitat II.

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) se encuentran en posición inmejorable para recordar a los gobiernos las promesas que hicieron en Estambul, dijo Han Van Putten, de la Coalición Vivienda Internacional.

El papel de las ONG consiste en recordar, presionar, divulgar, influir en la opinión pública, controlar y evaluar las obras, precisó Van Putten.

Para las ONG existe una nueva relación, como demuestra el hecho de que muchas de ellas fueron consultadas sobre documentos políticos antes de que los propios gobiernos conocieran su contenido, indicó el dirigente de la Coalición.

Mientras crece la influencia de las ONG en el campo del hábitat, los gobiernos locales anunciaron la constitución de la Asociación Mundial de Ciudades y Autoridades Locales, que tendrá sede en Ginebra y será presidida por de la Fuente Ravinet. (FIN/IPS/pc/dg/pr/97

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