La presidenta encargada de Ecuador, Rosalía Arteaga, renunció a su cargo esta noche, cuando aún continuaba la reunión del Congreso que se aprestaba a designar presidente interino de la república al presidente del parlamento, Fabián Alarcón.
El tercer protagonista de la crisis institucional que vive Ecuador desde el jueves pasado, el destituido ex mandatario Abdalá Bucaram, abandonó la tarde de este martes el país en un avión privado con rumbo a Panamá, donde ya había vivido exiliado durante el gobierno de León Febres Cordero (1982-84).
"El mundo va a saber que hubo un golpe de Estado, aquí no hay nadie con quien hablar, hasta los medios de comunicación se plegaron a los golpistas", dijo Bucaram, quien viajó con su hijo Jacobo, su ministro de Obras Públicas, Víctor Sicouret, y Eduardo Azar, su amigo íntimo y también ex funcionario.
La salida de Bucaram produjo diversas reacciones en los diputados, que han planteado un juicio político contra el ex primer mandatario, por corrupción.
Por su parte, la vicepresidenta Rosalía Arteaga, haciendo uso de las atribuciones de presidenta encargada que le delegó el parlamento el domingo, convocó a una consulta popular para designar al nuevo primer mandatario y presentó su renuncia.
La consulta popular, según Arteaga, debe realizarse en un plazo no mayor a tres meses y su organización será responsabilidad del presidente interino. Sin embargo este decreto podría ser derogado por el nuevo gobierno.
Asimismo, Arteaga dijo que escribirá un libro donde narrará "la verdadera historia de negociados, amarres políticos y traiciones que el país vivió en estos días".
El jueves pasado, el Congreso unicameral ecuatoriano declaró a Bucaram incapacitado mentalmente para ejercer sus funciones y nombró a Alarcón presidente interino.
Bucaram desconoció lo actuado por el Congreso, mientras que Arteaga se autoproclamó presidenta, argumentando su derecho legítimo de sucesión.
Tras largas horas de negociaciones, Arteaga y Alarcón llegaron a un acuerdo que contó con el visto bueno de las Fuerzas Armadas.
Según este acuerdo, Arteaga asumiría la presidencia por encargo del parlamento hasta este martes, día en que Alarcón reasumiría el primer mando hasta 1998.
La destitución de Bucaram coincidió con un paro y una serie de marchas de protesta encabezadas por amplios sectores de la población que se opusieron a las medidas económicas impuestas por el gobierno y a los actos de corrupción que fueron denunciados incluso por el embajador estadounidense en Quito. (FIN/IPS/mg/jc/ip/97
