/CIUDADES DEL MERCOSUR/ BRASIL: Carnaval es sólo un pequeño negocio en el turismo mundial

El carnaval de Brasil, especialmente el de Río de Janeiro, una de las fiestas más masivas y conocidas del mundo, es apenas un minúsculo negocio dentro del turismo internacional.

La ocupación completa de los hoteles hizo más alegre el carnaval de este año en Río, que celebró el regreso del turismo extranjero, pero las cifras son modestas en comparación con los billonarios datos mundiales.

En estos cinco días de fiesta, comenzados el viernes, Río de Janeiro fue invadida por 300.000 turistas, cerca de 30 por ciento extranjeros, estimó el secretario municipal de Turismo, Gérard Bourgeaiseau.

Esos visitantes aportarán a la ciudad 255 millones de dólares, con un gasto estimado de 170 dólares por persona y por día, dijo Bourgeaiseau. En total, el carnaval puede mover 1.000 millones de dólares, incluyendo todas las actividades asociadas.

A pesar de la fama del carnaval, de las playas y otros atractivos brasileños, la participación de Brasil en el turismo mundial es únicamente de 0,3 por ciento.

El año pasado, 592 millones de personas viajaron al exterior, gastando 423.100 millones de dólares en los países visitados, sin incluir el costo de los pasajes, de acuerdo con datos preliminares de la Organización Mundial de Turismo.

A Brasil le tocaron sólo dos millones de turistas, según la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes, un poco más que los 1,9 millones de 1986.

El estancamiento, verificado mientras el turismo crece en el resto del mundo, representó para el país la pérdida de 12.000 millones de dólares, calculó un centro de investigaciones económicas.

Francia, país campeón del turismo, atrajo 61,5 millones de visitantes en 1996, seguido de Estados Unidos, con 44,8 millones. Europa recibió 347 millones de turistas, o 58,6 por ciento del total.

El turismo representa, con las actividades afines, 10,7 por ciento del producto bruto mundial, o 3,6 billones de dólares al año, segun el Consejo Mundial de Viajes y Turismo.

Mientras el turismo tiene una participación de 11,1 por ciento del producto interno bruto en América del Norte, en América Central y Sur se limita a 6,2 por ciento. En España suma 17,9 por ciento.

El turismo crece a un ritmo de más de cuatro por ciento al año, emplea a 250 millones de trabajadores en todo el mundo y demanda bienes y servicios de 52 áreas de actividad, como la construcción, la electrónica, transportes y alimentos. Es uno de los sectores más dinámicos de la economía mundial.

Es también una actividad ejercida principalmente por los más ricos, y constituye entonces un mecanismo de redistribución del ingreso. Pero los beneficios para los países en desarrollo son insignificantes.

En Brasil, la situación se complica por el aumento en los últimos años del déficit de la cuenta turística. Desde 1994, cuando el gobierno estabilizó la moneda y se produjo la sobrevaluación cambiaria, se incrementó el número de viajeros brasileños y su gasto en el exterior.

Ese gasto superó el último año los 4.000 millones de dólares, mientras los turistas extranjeros dejaron en Brasil poco más de 800 millones, informó el Banco Central. En tres años, el déficit se quintuplicó.

El carnaval es el período de mayor actividad turística en el país. Además de los visitantes extranjeros, se registra un intenso movimiento interno de viajeros, que congestionan carreteras y ciudades de playas.

En Salvador (Bahía) y Recife, grandes ciudades del noreste que se destacan por el "carnaval callejero", la fiesta se prolonga más de 10 días, con millones de personas bailando frenéticamente en las calles, detrás de camiones musicales.

Salvador recibió 750.000 visitantes del resto de Brasil, según estimó Bahiatursa, empresa oficial de turismo. Ese turismo generó 50.000 empleos temporales y una facturación de por lo menos 115 millones de dólares en hoteles, restaurantes, comercio y negocios de entretenimiento.

En Río de Janeiro, donde el carnaval ganó estructuras de la industria cultural, las "escuelas de samba" ofrecen el gran espectáculo de danza, colores, belleza y sensualidad.

Son cuatro desfiles nocturnos de más de 10 horas cada uno, en que unos 100.000 actores se exhiben ante unos 150.000 espectadores presentes y frente a los millones de personas que conforman el auditorio de la televisión.

El carnaval es una explosión masiva de alegría, una materia prima que los países tropicales pobres aún no han sabido convertir en un producto con valor económico similar al del turismo ofrecido por las naciones ricas del Norte. (FIN/IPS/mo/ff/cr if/97

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