La decisión gubernamental de redoblar este año la lucha contra la rebelión en el sur de Sudán ha aumentado la carga financiera que el presupuesto militar arroja sobre la población, tal como lo demuestra el aumento del costo de vida.
Los precios sufrieron esta semana una sensible subida, al aumentar las tarifas de los combustibles y productos básicos esenciales.
El galón de diesel subió el miércoles de 1,89 dólares a 3,10 dólares. Y la gasolina se elevó este jueves de 1,93 dólares a 4,82 dólares por galón.
La carne de vaca se ofreció este jueves en el Mercado Norte de Jartum al precio de 2,58 dólares por kilogramo, después del precio de 1,37 dólares en la jornada anterior.
Los comerciantes dijeron a IPS que las subidas se deben a los nuevos impuestos que gravan a los productos básicos.
Fuentes del Ministerio de Comercio y Abastecimientos, sin embargo, informaron que los aumentos obedecen al hecho de que el gobierno ha dejado de subsidiar productos básicos tales como el azúcar y el combustible, entre otros tantos, en ejecución de las normas del presupuesto de 1997.
El ministro de Finanzas y Planeamiento Económico Nacional, Abdel Wahab Osmán, dijo hace dos semanas ante el Parlamento que las máximas prioridades presupuestarias para 1997 son la defensa y la seguridad, y que los recursos para el gasto militar serían obtenidos mediante impuestos.
El gobierno anunció el mes pasado que se propone recaudar 20 millones de dólares para financiar la guerra civil. Ya ha comenzado la campaña financiera, basada en donaciones e impuestos sobre ciertos productos básicos.
El esfuerzo de la guerra será apoyado por los trabajadores mediante un descuento de sus salarios, tal como acaba de decidir Taj El Sir Abdoun, presidente de la Unión de Federaciones del Trabajo (WFU), que nuclea a 700.000 afiliados a los diversos sindicatos del país.
No obstante, fuentes de la WFU reconocieron que algunos trabajadores de áreas rurales y los empleados de ferrocarriles y de transportes fluviales se oponen a la deducción salarial y han amenazado con ir a la huelga si la decisión es ejecutada sin su conformidad.
Un grupo de trabajadores -en su mayoría del gobernante Frente Islámico Nacional- se manifestaron en Jartum este jueves, pidiendo al gobierno que continúe con la islamización del país a despecho de la acción de lo que llamaron fuerzas imperialistas que socavan el esfuerzo nacional.
Un portavoz de este grupo de miembros de la WFU dijo que "los trabajadores están dispuestos a defender a su país ante cualquier conspiración extranjera".
Vestido con la jallabia (vestimenta tradicional sudanesa), el portavoz afirmó que los manifestantes desean apoyar a las fuerzas armadas con una deducción voluntaria de sus salarios.
Los manifestantes de la WFU también dieron su apoyo a las fuerzas gubernamentales que han entrado en intenso combate con el rebelde Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA), que del sur ha extendido su lucha al este del país.
Según el portavoz sindical, unos 250 trabajadores se habrían presentado a los campos militares de las milicias mujaidines para sumarse a la Brigada Al Fida en el este del país.
El SPLA aseguró este jueves haber matado al menos 50 soldados del ejército gubernamental en una zona ubicada 50 kilómetros al noroeste de la ciudad de Kasala, en el este de Sudán. El hecho fue negado por Jartum.
El líder islamista y presidente de la Asamblea Nacional, Hassan Abdalla Al Turabi, advirtió este miércoles al Parlamento que no puede ser ignorada la lucha desatada en el este del país, y exhortó a civiles, militares e islamistas a enfrentar los desafíos que Eritrea, vecino oriental, supone para Sudán.
"Debemos aumentar el esfuerzo para proteger nuestras regiones orientales, a la vez de los rebeldes sudaneses y de los complots eritreos", dijo Al Turabi en un discurso emitido por televisión.
La radio Alliance, dirigida por la oposición sudanesa exiliada en Eritrea, afirmó que las operaciones militares de los rebeldes se han intensificado en la frontera oriental, donde pronto capturarán 70 por ciento de los proyectos agrícolas de la zona.
El coronel John Garang, jefe de la facción principal del SPLA, declaró con ocasión del Año Nuevo que todas las facciones militares opositoras se han unificado bajo su supervisión personal. (FIN/IPS/tra-en/nb/jm/pm/arl/ip/97