Tres intentos de golpe de Estado en los últimos cuatro meses arrojan sombra sobre las perspectivas de paz y estabilidad duraderas en Sierra Leona, devastada por la guerra civil.
La última supuesta conspiración fue descubierta esta semana y finalizó con el arresto en la capital de tres altos militares del ejército, acusados de planificar secretamente el derrocamiento del gobierno del presidente Ahmed Tejan Kabbah.
El militar de mayor jerarquía de los tres detenidos es el teniente coronel Tom Nyuma, quien actuó como secretario de Defensa en el anterior régimen militar del Consejo de Gobierno Provisorio Nacional (CGPN).
Un alto funcionario del gobierno dijo a IPS que las autoridades investigarán a fondo el fracasado golpe, el tercero que enfrenta la actual administración.
En septiembre de 1996, varias personas fueron interrogadas en relación con una supuesta conspiración golpista, y dos meses después se informó de un nuevo intento de derrocamiento del gobierno. Once sospechosos, incluidos miembros del ejército, son juzgados actualmente.
El desorden y los conflictos constituyen el estado natural de este país de Africa occidental desde hace varios años.
El grupo rebelde Frente Revolucionario Unido (FRU) inició en 1991 una insurgencia contra el régimen de partido único de ese entonces, que fue derrocado en abril de 1992 por el CGPN.
Un tratado de paz concretado el pasado 30 de noviembre marcó el fin de la rebelión, aunque desde entonces se produjeron brotes esporádicos de violencia.
El pacto se firmó ocho meses después de la elección de Tejan Kabbah, facilitada por un golpe, el 16 de enero de 1996, contra el presidente de facto Valentine Strasser, quien fue acusado por miembros del CGPN de pretender incumplir su promesa de retorno al régimen civil.
Aunque las elecciones finalmente se celebraron el 26 de febrero y 15 de marzo pasados, se sabe que algunos miembros de las fuerzas armadas eran partidarios de continuar el régimen militar.
"Creo que un sector del ejército aún está insatisfecho con la introducción del gobierno civil", manifestó a IPS el analista político Ishmail Bayoh. "Claramente, la época del CGPN sirvió a los soldados, con los botines y el autoengrandecimiento", agregó.
Miembros del anterior régimen y otros altos militares fueron acusados de enriquecimiento ilícito, y se sabe que soldados renegados saqueaban aldeas y atribuían los ataques al FRU.
Bayoh advirtió que, sin importar los logros de la actual administración civil, una parte del ejército siempre querrá tomar el poder.
Sin embargo, comentó un mayor retirado convertido en analista, "un golpe militar en este momento no obtendría apoyo popular. Después de todo, Kabbah trajo la paz -aunque frágil- a este país devastado, y parece gozar del respaldo de su pueblo". (FIN/IPS/tra-en/lf/jm/kb/ml/ip/97