La Organización Mundial de la Salud (OMS) se propone incorporar desde este año nuevos enfoques, con acento en las cuestiones sociales, en el momento de determinar las políticas sanitarias mundiales.
Hasta ahora, las prioridades en materia de salud se fijaban de acuerdo a criterios biomédicos y a cálculos de la carga económica de las enfermedades y de las incapacidades derivadas.
Pero la OMS pretende adoptar nuevos ángulos que tomen en cuenta el enorme costo social y político de la enfermedad, los sufrimientos y las desigualdades en el acceso a la atención médica y al desarrollo.
Los nuevos elementos propuestos para la evaluación son causa de desintegración social, inestabilidad política y violencia, observó el director general de la OMS, Hiroshi Nakajima, en la inauguración, este lunes, de la sesión anual del consejo ejecutivo de la organización.
Algunos de esos fenómenos, "que constituyen una fuente de grave preocupación para la OMS", serán analizados en las recomendaciones a la Asamblea Mundial de la Salud de este año.
La innovación que encara la OMS se suma al proceso de reformas iniciado en la organización en 1993, que incluyó reducción de presupuesto y de personal, y la concentración de los recursos en áreas esenciales.
Las actividades de la OMS se han focalizado en cuestiones básicas como enfermedades infecciosas, salud reproductiva, ambiente, nutrición, vacunación, medicinas esenciales, sistemas de salud, incapacidades, enfermedades no transmisibles, salud mental y toxicomanías.
Nakajima se mostró alentado por los primeros resultados de la racionalización y citó el ejemplo de la tuberculosis, que en 1993 fue declarada emergencia mundial.
La epidemia ha dado signos de estabilización, por lo menos en ciertas partes del mundo, celebró Nakajima. En más de 70 países se emplea una estrategia eficaz contra la tuberculosis, el tratamiento de breve duración bajo observación directa (TOD).
La OMS obtuvo también apoyos político y público considerables para sus programas de erradicación de la dracunculosis y la poliomielitis, y para la eliminación de la lepra, el mal de Chagas, el tétano neonatal y las formas principales de desnutrición.
Africa emprendió en 1996 un esfuerzo amplio para extender la cobertura de vacunación y para aproximarse al objetivo de erradicación de la poliomielitis en todo el continente.
La OMS y otras instituciones lanzaron la iniciativa africana contra la meningitis para reforzar la prevención y mejorar la vigilancia y la atención médica.
En el proceso de reformas introducidas a la OMS figuró la creación de la División de Enfermedades Emergentes y otras Enfermedades Transmisibles.
El nuevo organismo respondió de manera eficaz y rápida ante nuevos problemas de la salud pública como los recientes brotes de fiebre hemorrágica de Ebola y de encefalopatías espongiformes transmisibles, estimó la OMS.
Entre las contribuciones prestadas por la OMS a Africa se incluye una evaluación de los problemas graves de salud causados por las nuevas tendencias en materia de toxicomanías en ese continente.
Como prueba de la apertura de la organización, Nakajima mencionó el diálogo y la cooperación que la OMS mantiene con la Organización de la Unidad Africana, la Unión Europea, los países del Mercosur, la Comunidad de Estados Independientes y los Países No Alineados.
La OMS participa en los estudios sobre la mundialización del comercio y de la tecnología sobre el sector de la salud, que promueve el Grupo de los 77 en una comisión de la Conferencia de Naciones Unidas de Comercio y Desarrollo (UNCTAD) sobre el comercio de bienes, servicios y materias primas.
El estudio analiza los problemas y las oportunidades que se presentan en áreas como la telemedicina, la compra de productos farmacéuticos a través de Internet, la seguridad sobre la calidad y los mecanismos de reglamentación, y la medicina tradicional.
El consejo ejecutivo de la OMS, que sesionará hasta el día 22, deberá analizar un proyecto de presupuesto ordinario de 842,5 millones de dólares para el período 1998-1999.
Las contribuciones extraordinarias previstas para el bienio, por más de 900 millones de dólares, elevarán los recursos disponibles a cerca de 1.800 millones de dólares.
El presupuesto presentado por Nakajima representa un aumento de los gastos de dos por ciento. Un primer sondeo entre los representantes de los 32 países miembros del consejo ejecutivo indicó que el incremento obtiene apoyo de algunos delegados, pero cuenta con la oposición de Estados Unidos.
Las finanzas de la OMS mejoraron en 1996 debido a un aumento de la tasa de recaudación de las contribuciones que ascendió ese año a 78 por ciento. En 1995 había sido de 56 por ciento.
De un total de 192 estados miembros de la OMS, al 31 de diciembre pasado sólo 102 habían pagado la totalidad de sus contribuciones. Otros 27 cumplieron sólo parcialmente sus compromisos y los 63 restantes no efectuaron ningún pago.
Entre los atrasados en los pagos figura Estados Unidos, que debe 39 millones de dólares. (FIN/IPS/pc/ag/he/97
