Las conversaciones entre el gobierno de Nicaragua y el izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que continuarán este martes, disiparon los nubarrones políticos que ensombrecieron el traspaso de la Presidencia al conservador Oscar Alemán.
Financistas y delegados de organismos multilaterales se manifestaron optimistas ante el diálogo del gobierno con la principal fuerza de oposición, que se desarrolla a iniciativa de Daniel Ortega, líder del FSLN.
"Igual que muchos, estoy muy contento de que ese acuerdo (para el diálogo) se produjera", dijo a IPS Martín Stabile, representante en Managua del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ortega, derrotado en las elecciones de octubre por Alemán, envió sorpresivamente el día 11 una carta al presidente para invitarlo a discutir una agenda política de 14 puntos.
Dos días después se fijó la cita y Alemán y Ortega se sentaron a dialogar después de permanecer durante tres años sin dirigirse la palabra.
La última vez que se encontraron en público y conversaron fue el 12 de enero de 1994, cuando se celebró en Managua la Cumbre Ecológica Centroamericana, a la cual acudieron todos los presidentes del istmo y el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore.
Del encuentro, celebrado el día 13, surgió el acuerdo de conformar dos comisiones de juristas, del gobierno y la oposición, que deberá promover iniciativas para fortalecer el Estado de Derecho y resolver el delicado asunto de las propiedades confiscadas por el gobierno del FSLN (1979-1990).
Las dos comisiones comenzarán su trabajo este martes, bajo la coordinación del vicepresidente Enrique Bolaños y del dirigente sandinista Bayardo Arce.
"No tengo temor de que este acercamiento implique concesiones al sandinismo. No las descarto, pero serán menores", dijo Stabile.
"Creo que el doctor Alemán, con esa inteligencia y olfato político que tiene, va a saber llegar a ese punto de concesión mínimo para que el sandinismo siga el rumbo que ha tomado a partir del día 11", agregó.
"Todo diálogo de concertación es positivo para el país y para todos los sectores. Es muy importante ese acuerdo", expresó a IPS Enrique Zamora, gerente general de Lafise, una agencia de bolsa.
"La Bolsa de Valores nicaragüense no es tan sensible a esos cambios, sin embargo se ven signos positivos, debido a que las dos fuerzas están trabajando por la estabilidad. Hay perspectivas de inversión que se irán concretando poco a poco", aseguró Zamora.
La Bolsa de Valores registra bajos volúmenes de negociación, manteniéndose entre uno y cuatro millones de dólares, como promedio diario, frente al nivel promedio en otros momentos del año de siete millones.
Según Raúl Amador, de la firma INVERCASA, el retroceso de las operaciones bursátiles se debe especialmente a la indefinición del gobierno respecto del futuro de los llamados bonos de indemnización, un asunto estrechamente vinculado al proyecto de privatización de las telecomunicaciones.
"Los compradores de bonos están a la expectativa de lo que va ocurrir, y mientras tanto, no se atreven a comprar", explicó Amador.
"El presidente Alemán, en su discurso durante la toma de posesión, dijo que su gobierno respetaría todas las leyes, y eso ha tenido un impacto muy positivo a nivel internacional, pero se requieren otras señales", agregó.
No obstante, tanto Zamora como Amador coincidieron en el diálogo gobierno-FSLN favorece el clima financiero, y que Nicaragua ya es "el mercado más atractivo" de América Central, por estar prácticamente inexplorado y ofrecer altas tasas de interés.
"Varios bancos de inversiones de Nueva York y Londres han empezado a mostrar señales de interés en Centroamérica y especialmente en Nicaragua, porque aquí está todo por hacerse", dijo Zamora.
Igual tendencia advirtió Amador. «Nosotros (INVERCASA) hemos atendido a varios bancos de inversiones estadounidenses, que han llegado a evaluar la situación económica, financiera y política del país, y eso es un hecho muy importante", destacó.
Sólo parecen los sectores más radicales del FSLN y de la gobernante Alianza Liberal parecen recelosos ante un eventual acuerdo político entre Alemán y Ortega, según dirigentes de ambas organizaciones.
"Dentro del liberalismo tenemos sectores a los que les causa cierto escozor un acuerdo con Daniel Ortega", admitió el jefe de la banca parlamentaria gubernamanetal, Eliseo Núñez.
"No olvidemos que en nuestras filas hay muchos que sufrieron cárcel, persecusión y confiscaciones durante el gobierno sandinista", explicó Núñez.
Pero puntualizó que la mayoría de los liberales mantienen su confianza en el presidente. "El partido liberal confía plenamente en su dirigencia, sabe que cualquier decisión será para consolidar el país y al partido", dijo el líder parlamentario. (FIN/IPS/rf/ff/ip/97
