Desde la firma de la paz con el gobierno, los líderes de la ex guerrilla de Guatemala desplegaron gran actividad en busca de la formación de un nuevo partido político, mientras las autoridades permanecen en letargo.
Los ex comandantes de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) partieron este domingo a México, donde residieron los últimos años, "para arreglar asuntos pendientes" y regresar definitivamente a Guatemala a finales de enero, según informaron.
En su breve estadía de una semana en su país, los comandantes Pablo Monsanto, Rolando Morán, Carlos González y Jorge Rosal, tras asistir a los festejos de la firma de la paz que el 29 de diciembre terminó con 36 años de guerra interna, visitaron los campamentos donde están concentrados sus combatientes .
Aseguraron que su próximo paso será organizar un partido político, para lo cual ya comenzaron a reunirse con distintos sectores.
En su permanencia en Guatemala, los dirigentes de la URNG viajaron en helicópteros militares y siempre fueron acompañados por oficiales del ejército, sus enemigos por más de tres décadas.
Monsanto, cuyo verdadero nombre es Jorge Soto, recorrió los campamentos de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), una de las organizaciones que integran la URNG, ubicados en los departamentos de Petén y Santa Rosa, en el norte y sur del país respectivamente.
Rolando Morán llegó a las bases del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) en el norteño departamento de Quiché, mientras Carlos González, del Partido Guatemalteco del Trabajo, y Jorge Rosal, de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA), visitaron las del Frente Unitario en el departamento de Escuintla, al sur.
"Ahora hay que prepararse para los cambios", dijo Monsanto a la tropa.
"Antes, -agregó- venía a planificar con ustedes las cuestiones de la guerra, y lo hacía entrando a pie por la montaña en compañía de mi hijo. Veníamos a preparar en forma clandestina como derrotar al ejército".
"Ahora las cosas están cambiando, porque vengo aquí con ustedes a bordo de un helicóptero militar, que antes nos combatía, pero que a partir del 29 de diciembre se ha convertido en un vehículo para la paz", señaló.
Monsanto pidió paciencia a sus combatientes, "porque los cambios producto de los acuerdos de paz van a requerir un poco de tiempo". Pero "el hecho de que hoy estemos aquí con miembros del ejército nos da la pauta que las cosas van bien", opinó.
Morán dijo a su vez estar convencido de que los acuerdos de paz permitirán tener un país totalmente distinto en 10 o 15 años.
"El cumplimiento de los acuerdos va a traer transformaciones muy importantes para Guatemala en lo económico, social, político, cultural y en general", dijo el comandante, cuyo verdadero nombre es Ricardo Ramírez.
Representantes del gobierno y de la URNG iniciaron sus primeros contactos en 1987, pero recién en 1991 comenzaron un diálogo concreto con una agenda definida.
Los acuerdos firmados durante el largo proceso de negociaciación abordan aspectos socioeconómicos, de derechos humanos, identidad y derechos de los pueblos indígenas, así como el fortalecimiento del poder civil y la función del ejército en una sociedad democrática.
En la semana pasada también se firmó un convenio entre el gobierno de Noruega y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), por 3,6 millones de dólares y que apunta a iniciar el proceso de concentración, desmovilización y reinserción de los ex combatientes de la URNG.
El texto, suscrito por la ministra de Cooperación Externa de Noruega, Karin Nordheim, y el delegado del PNUD Lars Franklin, busca acelerar las actividades de desmovilización insurgente y consiste en una asistencia de emergencia para el registro, vivienda, y saneamiento de las áreas de asentamiento de la URNG.
Previo a suscribir el acuerdo, Nordheim señaló que ahora es importante el acompañamiento de la comunidad internacional, porque "un acuerdo firmado no es algo tan fuerte y se puede romper en cualquier momento".
Antes de partir hacia México, Monsanto informó que en el cronograma para la ejecución de los acuerdos de paz se decidió formar una Comisión de Acompañamiento, la cual verificará el cumplimiento de todos los compromisos asumidos.
La Comisión estará integrada por igual número de representantes de la URNG y del gobierno, además de cuatro "notables" y un representante del Congreso.
Monsanto aseguró también que el partido que los guerrilleros formarán a su regreso continuará llevando las siglas de URNG, y que tienen planeado que en el menor tiempo posible desaparezcan los nombres de EGP, ORPA, PGT y FAR, para consolidarse las cuatro fuerzas.
Explicó que el proceso de legalización y organización del nuevo partido tomará entre uno y dos años, lapso en que tratarán de atraer a diversos sectores de la población. (FIN/IPS/cz/dg/ip/97