CUBA: Rusia intenta recuperar relaciones comerciales

La confirmación por Rusia de su compromiso de entregar a Cuba petróleo por azúcar sugiere la intención de Moscú de recuperar el protagonismo en el mercado cubano que perdió al desaparecer la Unión Soviética.

Serguei Shoygu, representante de Rusia en la Comisión Mixta Intergubernamental conformada por los dos países, aseguró que su gobierno mantendrá los volúmenes acordados para el canje de petróleo y otros suministros por azúcar cubana.

Se trata del canje de tres millones de toneladas de petróleo ruso por un millón de toneladas de azúcar cubano, según el protocolo de colaboración firmado por ambos gobiernos en octubre de 1995.

Shoygu, también ministro de Defensa Civil y Situaciones Extraordinarias, encabezó una delegación rusa que llegó a Cuba para analizar la marcha del plan de colaboración 1996-1998.

Integrada también por los viceministros de Agricultura, Industria y Energía Atómica, la delegación rusa se entrevistó con las autoridades cubanas de Comercio y Relaciones Exteriores.

Rusia es heredera del antiguo comercio entre la Unión Soviética y Cuba, que en 1989, un año antes de la desaparición del bloque socialista europeo, alcanzó los 9.000 millones de dólares.

Pero en 1995, el intercambio entre Cuba y Rusia no sobrepasó los 400 millones de dólares, de acuerdo con informes oficiales.

Moscú relanzó en octubre de 1995 sus relaciones con La Habana al firmar ocho acuerdos, que incluyeron el intercambio de azúcar por petróleo, la finalización de las obras de la planta nuclear de Juraguá y la continuación de la presencia rusa en un centro electrónico de vigilancia instalado en la cercanía de La Habana.

En esos convenios no se consideró la deuda que Cuba mantiene ante Rusia, que sumaría cerca de 30.000 millones de dólares, según el cálculo del diario ruso Izvestia.

En mayo de 1996, los dos países firmaron una declaración de principios de las relaciones recíprocas y el programa de colaboración cultural y científica de 1996 a 1998.

Rusia se comprometió a buscar financiamiento para concluir la construcción de la central electronuclear de Juraguá, a 336 kilómetros de La Habana, pero sin resultado hasta ahora.

Especialistas consideran que serían necesarios 750 millones de dólares para finalizar esa obra de tecnología soviética, que está paralizada desde 1990.

Estados Unidos se opone a la construcción de la central y advirtió que responderá con sanciones económicas si Rusia cumple su promesa de colaborar en las obras.

Moscú se expone también a sanciones previstas en la ley estadounidense Helms-Burton por el alquiler del centro electrónico de vigilancia que opera en Cuba.

Con su postura hacia Cuba, Moscú parece desafiar a Washington, al que también ya criticó por el carácter extraterritorial de la ley Helms-Burton.

Por su parte, las autoridades cubanas manifestaron satisfacción por los pasos avanzados para la recuperación de las relaciones de cooperación entre La Habana y Moscú.

"Estamos satisfechos por los esfuerzos para consolidar las relaciones y los vínculos económicos y comerciales entre Rusia y Cuba", declaró el vicepresidente cubano Carlos Lage. (FIN/IPS/mrc/ff/if/97

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