Los contactos entre Cuba y el Vaticano para la visita del Papa Juan Pablo II se renovaron esta semana con la llegada a esta capital del cardenal Camillo Ruini, vicario del Papa y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
Ruini, quien llegó a La Habana este jueves en una visita oficial que se extenderá hasta el domingo, es el primer representante del Vaticano que visita la isla después de la entrevista del 19 de noviembre en el Vaticano entre Papa y el presidente cubano Fidel Castro.
Observadores locales aseguran que tras años de incomprensiones, la entrevista creó las bases para un mayor entendimiento entre las autoridades y la jerarquía católica en Cuba.
El gobierno cubano espera el apoyo del Vaticano en su campaña contra el bloqueo estadounidense y la Iglesia Católica espera un mayor espacio para la práctica religiosa en la isla, el permiso de entrada para sacerdotes y el acceso a los medios de comunicación masiva.
Como un primer gesto después del encuentro entre Castro y Juan Pablo II, el gobierno cubano otorgó la visa de entrada al país de 40 sacerdotes y monjas procedentes de Colombia, México y España.
Aunque la fecha de la visita del Papa a Cuba, el único país latinoamericano en el que aún no ha estado, sigue ausente de la agenda publicada por el Vaticano para 1997, se espera que se cumpla antes de que termine este año.
"La Iglesia cubana se encuentra en franco crecimiento y pujante renovación", dijo Ruini a su llegada a La Habana y no descartó la posibilidad de hablar con las autoridades cubanas sobre los detalles de la visita del Papa.
Sin embargo, fuentes de la Iglesia Católica subrayaron el carácter pastoral de la visita y negaron que se trate de una misión diplomática.
Ruini complementará un amplio programa que incluirá la visita a varias provincias de Cuba, a centros hospitalarios que reciben ayuda humanitaria de la Conferencia que preside y asistirá a la misa por la Jornada Mundial de la Paz, en la Catedral de La Habana. (FIN/IPS/da/ag/ip-cr/97