La Unión Europea (UE) mantiene ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) su querella contra Estados Unidos por la ley Helms-Burton, a pesar de la decisión del presidente de ese país Bill Clinton de suspender parcialmente los efectos de la controvertida norma.
La misión de las Comunidades Europeas ante la OMC anunció este lunes que no desistirá de la acción entablada ante el Organismo de Solución de Diferencias (OSD) para obtener una condena de la ley dictada por el Congreso de Estados Unidos para presionar a Cuba.
"No hay razones para que la queja sea retirada por ahora, pues la suspensión de la aplicación parcial no significa una modificación de la ley", argumentó la misión europea en Ginebra.
El presidente de las Comisiones Europeas, Jacques Santer, había saludado inicialmente la decisión de Clinton, pero sin dejar de reiterar la oposición comunitaria a la extraterritorialidad de la ley discutida.
Una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, del sábado último, expresó tambien la preocupación de París por el mantenimiento de las medidas cuestionadas por la UE.
Clinton comunicó el viernes pasado su decisión de volver a suspender por seis meses el Título III de la Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubana, más conocida por el nombre de los dos legisladores que la promovieron en el Congreso estadounidense.
El Título III otorga derecho a los estadounidenses a entablar en tribunales de su país acciones contra personas y empresas extranjeras para obtener indemnización por bienes cubanos a los que esos ciudadanos tengan derechos y que hayan sido objeto de "tráfico" o de expropiación despues de 1959.
Pero el Título III sólo es uno de los argumentos esgrimidos por la Unión Europea ante la OMC para pedir que declare a la Ley Helms- Burton y a otras medidas"incompatibles" con disposiciones sobre libertad de comercio del desaparecido Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), antecesor de la OMC.
La UE objetó también la aplicación extraterritorial de la prohibición por Estados Unidos del comercio con Cuba y la denegación del acceso arancelario establecido por Estados Unidos para el azúcar, que impide a países europeos la exportación del producto al mercado estadounidense.
Otro de los puntos cuestionados por la UE es la prohibición de entrada a cualquier puerto de Estados Unidos de buques que transporten mercancías o pasajeros hacia o desde Cuba.
La misma veda se extiende a la carga y descarga en puertos de Estados Unidos de buques que hayan entrado a un puerto cubano para el comercio de bienes o servicios, dentro de los 180 días posteriores a la partida del puerto cubano.
La organización europea rechaza también el artículo 103 de la Ley Libertad que prohibe el otorgamiento de financiación por parte de personas de Estados Unidos a cualquier otra persona a los efectos de transacciones que involucren un bien confiscado al que tenga derecho un ciudadano estadounidense.
Otro punto cuestionado por la UE es la exclusión de los Estados Unidos de ejecutivos de empresas que hayan "traficado" con bienes confiscados en Cuba. La denegación de la visa se extiende a cónyuges, hijos menores y mandatarios de esas personas.
La exclusión de Estados Unidos ya ha sido aplicada contra ejecutivos de la compañía minera Sherritt International de Canadá y del Grupo Domus, de México, que negocia acuerdos telefónicos con la isla caribeña.
El ex embajador de Estados Unidos ante la UE, Stuart Eizenstat, designado por Clinton como enviado especial para la promoción de la democracia en Cuba, estimó este fin de semana que una docena de empresas extranjeras ya habían abandonado sus negocios en la isla.
Eizenstat agregó que se investigan otras 12 empresas. Una sociedad agrícola israelí, B. M. Group, recibió la semana pasada una advertencia, dijo.
Desde que Clinton lo nombró en agosto pasado, Eizenstat basó su estrategia en el argumento de que la cuestión planteada por la UE consiste en un asunto político, la democratización de Cuba, alejado del terreno específico del comercio.
Al mismo tiempo, en sus intervenciones ante la OMC, los delegados de Estados Unidos han amenazado siempre con pedir la aplicación del artículo 21 del GATT que autoriza a los estados partes a suspender las normas universales en resguardo de "intereses fundamentales de seguridad".
El embajador cubano ante la OMC, Eumelio Caballero, respondió que Cuba nunca representó un peligro para la seguridad de Estados Unidos y que, dada la relación de fuerzas, la que se siente amenazada es la isla caribeña.
El artículo 21 nunca ha sido aplicado. Funcionarios comerciales estimaron que si Estados Unidos se acoge a esa excepción puede justificar que otros países lo imiten y pongan en peligro la mundialización del comercio.
La querella planteada por la UE ante el Organo de Solución de Diferencias de la OMC se encuentra actualmente a estudio de un grupo especial (panel), que deberá emitir dictamen durante el presente año. (FIN/IPS/pc/dg/if-ip/97