La Corte Suprema de Chile absolvió hoy definitivamente de cargos de obstrucción a la justicia al director de la Policía de Investigaciones, Nelson Mery, y al viceministro de Desarrollo Regional, Marcelo Schilling.
La resolución adoptada por unanimidad por la segunda sala del máximo tribunal es un éxito para el gobierno del presidente Eduardo Frei, emplazado por la oposición derechista desde que el 18 de diciembre la jueza Raquel Camposano dispusiera el procesamiento de ambos funcionarios.
Camposano, quien investiga el asesinato del senador derechista Jaime Guzmán en 1991, acusó, además de Mery y Schilling, al analista de inteligencia Oscar Carpenter y al inspector policial Jorge Zambrano, también absueltos este viernes.
Según la jueza, Mery no entregó a la justicia una filmación en que aparecían insurgentes del ala autónoma del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR-A), vinculados al crimen de Guzmán, y Schilling montó falsos operativos policiales con apoyo de Carpenter y Sotomayor.
Durante el gobierno de Patricio Aylwin (1990-94), Schilling fue secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Pública, un organismo creado en 1991 tras el asesinato de Guzmán con la misión de desarticular grupos calificados de terroristas.
Los abogados de Mery y Schilling informaron que éstos reasumirán de inmediato sus cargos, que dejaron temporalmente en acuerdo con el presidente Frei a la espera de que se clarificara definitivamente su situación procesal.
La negativa de Frei a destituir al jefe policial y al viceministro provocó protestas de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido fundado por Guzmán, y de Renovación Nacional (PRN), la otra colectividad de la oposición derechista.
Mery y Schilling fueron absueltos en primera instancia por la Corte de Apelaciones el 24 de diciembre, pero su situación pareció complicarse con la espectacular fuga desde una cárcel de alta seguridad el 30 del mismo mes de cuatro insurgentes.
Entre los rescatados del penal por un helicóptero, que aún siguen prófugos, están Ricardo Palma y Mauricio Hernández, miembros de la cúpula del FPMR-A condenados a presidio perpetuo por el asesinato de Guzmán.
En el oficialismo existía temor de que la Corte Suprema ratificara el procesamiento de Mery y Schilling para aplacar las inquietudes sobre un "rebrote del terrorismo" planteadas por la derecha tras la espectacular fuga de los "frentistas".
Los jueces del máximo tribunal acogieron sin embargo los planteamientos de los defensores de los cuatro acusados, en el sentido de que los antecedentes invocados por la jueza Camposano para procesarlos eran ajenos al proceso por la muerte de Guzmán.
Del mismo modo, la Corte Suprema desechó los argumentos de los abogados Luis Hermosilla y Jorge Pavín, quienes sostuvieron que Mery, Schilling, Carpenter y Zambrano debían ser procesados bajo cargos de asociación ilícita.
Hermosilla es el abogado de la familia Guzmán, en tanto Pavín representa a los deudos de Agdalín Valenzuela, un miembro del FPMR- A que se convirtió en informante del Consejo de Seguridad Pública y fue luego asesinado por sus ex compañeros.
Camilo Escalona, presidente del Partido Socialista, al cual pertenece Schilling, aplaudió el fallo de la Corte Suprema, al igual que dirigentes de los partidos Demócrata Cristiano y Por la Democracia, también oficialistas.
El diputado Alberto Espina, del PRN, señaló que se debía aceptar la decisión del tribunal, en tanto la UDI se abstuvo de comentar el fallo y convocó a una reunión de su directiva para emitir allí un pronunciamiento oficial. (FIN/IPS/ggr/dg/ip-hd/96