Independientemente de los resultados, las elecciones de hoy en Chechenia prepararán el camino hacia la unidad nacional y el reconocimiento internacional, según el representante estadounidense ante el movimiento rebelde.
Se trata de las primeras elecciones generales que se llevan a cabo en la república separatista tras el fin de la guerra de casi dos años con Rusia, que provocó la muerte de unas 100.000 personas.
Probablemente los resultados serán muy ajustados, pero cualquiera de los candidatos será capaz de lograr un mayor reconocimiento para Chechenia y, finalmente, su independencia, declaró Mohammed Shashani, profesor de ingeniería de la Universidad Estatal de Pennsylvania.
Antes de la votación, los tres principales candidatos eran el presidente interino Zelimjan Yandarbiyev, el primer ministro Aslan Masjadov y el líder rebelde Shamil Basayev, recordó.
Los tres son firmes partidarios de la independencia de Rusia, aunque un acuerdo firmado el año pasado entre Masjadov y el general ruso Alexander Lebed impide cualquier demanda de independencia hasta el año 2001.
"Cualquiera de ellos resultará aceptable para el pueblo checheno", expresó Shashani.
Sin embargo, no cualquiera de los candidatos será aceptable para Rusia. Aunque Moscú considera a Yandarbiyev y Masjadov como negociadores aceptables, no tolera a Basayev, quien encabezó en 1995 un ataque a la ciudad rusa de Budyennovsk y otro en 1996 sobre Grozny, la capital de Chechenia.
Fuentes diplomáticas en Rusia comentan que la elección de Basayev podría poner fin a la frágil tregua reinante en Chechenia desde el acuerdo de paz, y recuerdan que aún está vigente una orden de captura contra Basayev, considerado terrorista por Moscú debido a sus acciones durante la sangrienta toma de rehenes en Budyennovsk.
Pero Shashani confía en que cualquiera de los tres principales candidatos estará dispuesto a negociar con Rusia sobre el estatuto de la república caucásica, y rechazó cualquier posibilidad de que los líderes rebeldes comiencen a pelear entre sí en caso de que las elecciones no les resulten favorables.
"Esto no será como Afganistán… los chechenos no pelearán entre sí", aseguró el representante.
Shashani también consideró improbable que Rusia vuelva a la guerra tras un intento inútil y costoso de aplastar a la resistencia, que finalizó con el pacto Lebed-Masjadov el pasado 25 de agosto.
"No creo que Moscú modifique su política con respecto a Chechenia. El propio pueblo ruso está en contra de la guerra", señaló.
En lugar de ello, Shashani predijo un período de relativa paz y de "largas y difíciles negociaciones" con Rusia, durante las cuales algunos de los países musulmanes solidarios con Chechenia comenzarían a ofrecerle reconocimiento diplomático y ayuda económica.
No obstante, el vicecanciller ruso Viktor Pusuvaliuk advirtió el domingo que Rusia está decidida a romper relaciones diplomáticas con los países que reconozcan a Chechenia como un estado independiente. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ml/ip/97