Industriales de Trinidad y Tobago reaccionaron con indignación ante una iniciativa de sus vecinos de la Comunidad del Caribe (Caricom) para mantener los productos de este país fuera del mercado regional.
El ministro de Comercio, Mervyn Assam, inició la campaña declarando que los socios de Trinidad y Tobago intentan "castigar" a las islas gemelas por las ganancias obtenidas en mercados de la región.
"Los fabricantes trinitarios son más eficientes. ?Por qué hay que castigar a quienes trabajan con eficiencia?", preguntó Assam.
Al lanzar una nueva línea de bebidas refrescantes esta semana, el industrial Gabriel Faria se quejó de las duras restricciones a sus productos.
Algunos analistas sostienen que, debido a la próspera producción indígena en la industria de los refrescos, el producto no se beneficia de la liberalización del mercado.
La Organización de Estados del Caribe Oriental, integrada por siete islas, conserva severas restricciones a la importación de bebidas carbonatadas.
El mercado de Barbados ha estado virtualmente cerrado a cualquier importación de bebidas refrescantes, mientras en Jamaica existe una fuerte presión en ese sentido.
Así mismo, el gobierno de Guyana está considerando la creación de un "impuesto ambiental" sobre las botellas de plástico, y en Bahamas ya existe un arancel de importación de 50 por ciento sobre algunas bebidas no alcohólicas.
"Es desalentador que en el peldaño de nuestra puerta nos encontremos con grandes obstáculos comerciales", manifestó Faria.
Assam, por su parte, proyecta presentar el problema ante el Consejo de Comercio de Caricom, que se celebrará en Guyana a fines de este mes, y explicó que Trinidad y Tobago se propone utilizar la plataforma regional del Consejo para plantear sus objeciones a la práctica.
"Nuestros industriales se han vuelto agresivos y han cambiado su forma de trabajo. Es evidente que nuestros socios de Caricom no han hecho lo mismo", manifestó el ministro. (FIN/IPS/tra-en/wg/cb/ml/if/97
