(Artes y Espectáculos) MALASIA: La "lambada de Oriente" invade el país

Sus melodías se oyen en todas partes, desde las lejanas villas rurales a los modernos centros comerciales de esta capital. La "lambada de Oriente", como la llaman los críticos musicales, es un éxito en el país.

La cantante Norazlina Amir Sharifudin, conocida como "Amelina" tomó a Malasia por sorpresa con su tormenta de música pop local conocida como "dangdut", mientras la transforma en lo que promete ser una danza internacional que hará furor.

Su útlimo disco, "Dang Dang Dut", editado por Warner Music Malaysia, ya vendió más de 220.000 copias.

El dangdut pone un giro especial sobre la música india de películas, con un toque de swingbeat norteamericano y formas melódicas sudanesas combinadas con ritmo malasio, señala Kean Wong, quien prepara una tesis sobre música mundial.

Warner Music Malaysia planifica vender la música de Amelina en el exterior. El último disco de la cantante ya está en el mercado del vecino Singapur, y la empresa espera distribuirlo pronto en Indonesia, Filipinas y Japón.

El Dangdut ha sido popular en Indonesia desde hace cierto tiempo, con cantantes como Rhoma Irama disfrutando "una popularidad absolutamente masiva", añadie Wong, editor de "Men's Review", un mensuario popular entre la clase media.

Amelina situó el estilo en el mapa mundial, el cual es descrito por Wong como un "género de música que incorpora polirritmos centenarios y estilos interculturales de varias latitudes asiáticas".

Las canciones de dangdut tienen una fuerte influencia de la música de filmes de India, mientras el vídeo clip producido por Warner Music se asemeja a una reproducción de un clip de música india.

Amir Muhammad, columnista del diario "New Strait Times" destaca que el dangdut tiene un fuerte sabor indio, pero también mucho de música popular malasia, muy difundida entre las clases trabajadoras.

Por analogía, dice Muhammad, es como el blues en Estados Unidos hace pocas décadas, "habla sobre cosas que la música pop no toca".

Es una música de danza del sudeste de Asia porque toma mucho de los ritmos tradicionales, los que derivan de música de baile tradicional y han sido modernizados con el uso de la tecnología. "Es por eso que se traduce tan bien para las audiencias urbanas", explica Wong.

Pero aunque el dangdut tiene más sabor local que la música pop occidental, aún tiene un problema de imagen en Malasia, debido a que la clase media lo asocia, por sus orígenes campesinos, con una música poco sofisticada.

Además, los clubes en que se oye dangdut suelen emplear a jóvenes mujeres que acompañan a los clientes por más de 15 dólares la hora, y suelen "brindar otros servicios" posteriormente.

No obstante, el estilo se filtra en las discotecas y en la clase media urbana, con la ayuda de la promoción de Warner Music de las cantantes.

La propia Amelina espera que la imagen del dangdut no degrade su nivel de difusión. En una reciente entrevista con "Men's Review", dijo que es responsabilidad del artista "velar para que la música mantenga connotaciones respetables".

Wong confía en que el dangdut superará el problema de la imagen, y aguarda con interés de científico para ver "la forma en que se expandirá a la más amplia comunidad internacional". (FIN/IPS/tra-en/ks/js/lp/cr/97

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