Empresas extranjeras que abandonaron millonarias minas de oro y diamantes tras los combates en el este de Zaire tienen plazo hasta enero para reclamarlas o perder las inversiones, decretó la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (AFDL).
El AFDL demanda que las empresas mineras extranjeras negocien y paguen impuestos directamente, pasando por encima del gobierno en Kinshasa.
Hasta ahora, los rebeldes controlan varios miles de kilómetros cuadrados en la concesión minera de la Societe Miniere du Kivu, en el este de Zaire.
Las reservas de oro ubicadas en el territorio controlado por los rebeldes se estiman en un total de 1.500 millones de dólares.
Laurent-Desire Kabila, líder de las fuerzas rebeldes en el este, fijó el 3 de enero como plazo para que las empresas reanuden sus actividades en las "zonas liberadas" o arriesguen perder sus licencias.
Kabila dijo a los periodistas la semana pasada en Goma, en la frontera con Ruanda, que los "americanos, belgas, alemanes y franceses" que huyeron de las minas deberían tratar directamente con el AFDL. "Deben contactarnos de inmediato o llamaremos a otros inversores", advirtió.
La pérdida de los ingresos generados por la minería en las áreas rebeldes sería un golpe fuerte para los cofres del gobierno.
Según recientes estadísticas oficiales, la minería, el procesamiento de minerales y la extracción de petróleo representan alrededor de 17 por ciento del producto interno bruto (PIB) y alrededor de 60 por ciento de los ingresos por exportaciones de Zaire.
La producción de oro de Zaire fue 1,2 toneladas en 1995, y la cantidad sería 10 veces mayor si se incluye la producción ilegal, sostuvo el ministro de Minería, Mutombo Bakafwa Nsenda.
El AFLD, dominado por tutsis de Zaire, también puso los ojos en Okimo, sobre la concesión entregada Office des Mines d'Or, de 83.000 kilómetros cuadrados, con una reserva estimada de más de 100 toneladas de oro puro.
Los rebeldes también buscan apoderarse de los campos mineros de las provincias de Shaba y Kasai, la cual produce 98 por ciento de los diamantes del país africano.
Zaire fue el mayor productor mundial de diamantes hasta 1986, cuando fue superado por Australia. En 1995, las exportaciones de las piedras preciosas alcanzaron 1.500 millones de dólares y 47 por ciento del comercio exterior.
Desde que el país alcanzó la independencia de Bélgica en 1960, las provincias de Kasai y Shaba han sido epicentro de movimientos secesionistas. Pero el presidennte Mobutu Sese Seko, en el poder desde 1966, logró aplastarlas llamando a mercenarios extranjeros.
El ADLF, que tomó las armas en octubre, lucha por introducir la democracia multipartidaria en Zaire y combatir la corrupción, sostiene Kabila.
Según informes de prensa de Suiza, el presidente Mobutu tiene más de 4.000 millones de dólares en cuentas en bancos suizos. Mobutu ha sido acusado durante años de extraer fondos de los cofres del gobierno para su uso personal.
Zaire, con una población de unos 40 millones, carece de infraestructura básica, caminería, transporte fluvial y telecomunicaciones, y la mayoría de su gente vive en la pobreza.
En 1995, la deuda externa alcanzó 10.000 millones de dólares, de los cuales 9.000 millones fueron deuda pública de largo plazo. En febrero de 1994, el Banco Mundial cerró su oficina en Kinshasa, y en junio de 1994, Zaire fue suspendido del Fondo Monetario Internacional (FMI) por el no pago de sus deudas.
En agosto, el gobierno anunció que el FMI está listo para reanudar la cooperación. Pero no hubo respuesta alguna del equipo del FMI que visitó Zaire en noviembre para medir la temperatura económica del país centroafricano. (FIN/IPS/tra-en/mn/pm/ip/96