PERU: Familiares de rehenes esperan un milagro

La liberación de 38 rehenes la noche del viernes reavivó las esperanzas de los familiares de las más de 400 personas que aún permanecen secuestradas en la embajada de la capital de Perú por el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).

Apenas conocida la liberación de los rehenes, decenas de familiares se acercaron a la residencia. Muchos tuvieron que retirarse con rostros tristes y otros decidieron pasar la noche sentados en el suelo con cirios encendidos a la espera de un milagro.

"No tiene ningún sentido que regrese a mi casa porque no puedo dormir y he perdido el apetito, por lo menos acá me siento cerca de mi esposo", declaró a IPS una mujer joven.

El médico Roberto Zelada, hermano de otro rehén, dijo que el cirio encendido significa "la luz de la esperanza que no debe apagarse y que ayudará a iluminar a los gobernantes para encontrar una salida feliz".

"Tengo la esperanza de que liberen más prisioneros en las próximas horas y yo quiero estar cuando salga mi papá", dijo Sergio Irigoyen, un joven de 16 años cuyo padre es funcionario del servicio diplomático peruano.

En un afán de hacer más llevadera la tensa espera de los familiares, las estaciones de televisión trasmiten permanentemente mensajes y saludos de los familiares, dirigidos a los rehenes.

"Acá te esperamos", "sabes que te queremos", "cuídate mucho", "para navidad estarás con nosotros", "confía en Dios", son algunos de estos mensajes, leídos con frases entrecortadas por los propios familiares.

Los difíciles momentos que viven los familiares de los rehenes se acrecentaron tras conocerse las dramáticas condiciones reinantes dentro de la residencia, por testimonios de parte de los 38 liberados la noche del viernes, quienes destacaron la fuerte solidaridad entre los capturados.

Entre "60 y 70 personas usan el mismo bano, una ración de comida es dividida entre tres o cuatro personas", reveló el parlamentario opositor Javier Diez Canseco, quien permaneció recluido en una habitación con otras 59 personas.

"No hay forma de acomodarse, los pies de unos chocan con la cabeza de los otros y es fácil entender lo que significaría una incursión armada en tales circunstancias", afirmó.

Esa posibilidad es la que más temen los familiares y también los rehenes, a juzgar por los constantes llamados que los liberados hicieron para que no se recurra a la violencia, que aseguran tendría resultados catastróficos.

"El interior de la residencia tiene tanta seguridad que se convertiría en una trampa mortal para quienes se hallan dentro", dijo por su parte Alex Kouri, alcalde del puerto de El Callao, otro de los liberados.

La misma opinión manifestó Manuel Romero Caro, director del diario Gestión, quien advirtió sobre la posibilidad de que comiencen a presentarse epidemias, "ya se han presentado problemas estomacales".

Las autoridades peruanas cortaron los servicios de agua y energía eléctrica desde la madrugada del viernes, lo que ha agravado las condiciones dentro de la sede diplomática. Los rehenes deben hacer uso de bidones de agua proporcionados por la Cruz Roja, pero resultan insuficientes para tantas personas.

"Se ha creado un grave problema para los rehenes, muchos no quieren ni comer porque al hacerlo aumentan las necesidades fisiológicas", dijo Kouri.

"Es sumamente necesario que se restablezcan los servicios básicos porque los más afectados son los rehenes, hay que entender que los del MRTA están preparados fisica y mentalmente para sobrevivir en condiciones difíciles, los capturados no", aseveró Romero Caro.

Los rehenes se encuentran divididos entre el primer y segundo piso del inmueble, de más de 1.500 metros cuadrados y rodeado de grandes ventanales cubiertos con mallas metalicas.

Se reveló que los guerrilleros cuentan con gran cantidad de explosivos y armamento. Pero ninguno de los liberados pudo precisar el número exacto de miembros del MRTA, ya que los rehenes están en habitaciones separadas y no tienen contacto con los que se encuentran en las otras.

No obstante, todos coinciden en que se trata de personas entre 18 y 24 años, ágiles, muy serenas y seguras.

El buen trato dispensado a los rehenes también fue puesto de manifiesto por todos los liberados.

Romero Caro afirmó haber conversado durante varias horas con el jefe del operativo, el comandante Hervigilio Huertas, cuyo verdadero nombre es Néstor Cerpa, uno de los dirigentes del MRTA más buscado por los servicios de seguridad peruanos.

"Tratábamos de mantenernos ocupados y aprovechar el tiempo lo mejor posible: Hemos conversado, organizado charlas y hasta una mesa redonda con Cerpa y su lugarteniente conocido como 'el árabe'. Ha sido muy fructífero para todos y lo más importante: no nos hemos roto, tenemos el espíritu en alto", enfatizó.

Pero a los familiares de los que aún permanecen dentro de la embajada de Japón en Lima, ninguna declaración parece devolverles la tranquilidad y siguen esperando que se produzca un milagro que devuelva a los secuestrados sanos y salvos. (FIN/IPS/zp/ag/ip/96

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