DESARROLLO: Unesco contra la "cultura de la guerra"

El armamentismo sólo refleja intereses económicos, asevera Federico Mayor Zaragoza, director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En diálogo con IPS, Mayor Zaragoza sostuvo que la lucha por la paz debe ser ante todo preventiva, que existen medios económicos suficientes para promover el desarrollo del Sur y que la paz en Guatemala se consolidará si los gobiernos del Norte cumplen con sus compromisos de apoyo.

Se está viviendo una cultura de la guerra, en la que no hay contendientes buenos y malos porque en los conflictos se cometen atrocidades que en frío nadie admitiría como posibles, comentó.

Esa cultura se une a una inercia del armamentismo, produciéndose y adquiriéndose máquinas infernales, como unos aviones capaces de destruir desde 11.000 metros de altura y de los que no existe un solo ejemplo de que hayan sido útiles.

La maquinaria del armamentismo sólo refleja intereses económicos, sostiene, y cita el caso de su país, España, que está comprando tanques pesados a pesar de que la historia y la técnica militar indican que son prácticamente inútiles en la península ibérica, casi toda ella montañosa.

Mayor Zaragoza considera que hay que frenar el armamentismo, pero no se declara partidario de eliminar los ejércitos "ni mucho menos".

"Hay que tener ejércitos para garantizar la paz y el marco de seguridad en el que vive la democracia, pero al mismo tiempo frenar la locura armamentista", declaró.

A la Unesco, fiel a su carta fundacional, lo que más le interesa, dice, es la prevención, por lo que 80 por ciento de sus actividades en ese campo son de carácter preventivo: "educación intensiva, rápida transferencia de conocimientos y tecnología y cultura para la paz".

Al preguntársele si cree que Guatemala contará con los 2.500 millones de dólares que estima necesarios para ejecutar un plan de desarrollo sostenible en los sectores afectados por los 35 años de guerra civil y consolidar el acuerdo de paz a firmarse el día 29, su respuesta fue positiva y negativa al mismo tiempo.

El dinero existe, "en condiciones inmensas, pero sucede que se gasta mal", señaló.

Para que el dinero se invirtiese bien y favoreciese el desarrollo, es necesario cambiar el enfoque. Hasta ahora, el Norte no ha cumplido sus compromisos de aportar 0,7 por ciento de su Producto Interno Bruto salvo excepciones, como los países nórdicos.

Además de no llegar ni a la mitad de ese porcentaje, añade, se ha impuesto a los países receptores un modelo de crecimiento que incluye la construcción de infraestructuras.

"¿Y quién ha hecho los puertos, las carreteras, los embalses de esos países? Pues los han hecho nuestras empresas, las empresas del Norte", indicó.

"Por eso ahora se da la paradoja de que los países ricos están recibiendo dinero de los países pobres, el flujo de capital se ha invertido. Y lo peor es que también se ha invertido el flujo de talentos".

Ahora el Norte recibe más dinero y más talentos del Sur que los que se desplazan hacia esas regiones en vías de desarrollo.

Si esa conducta cambiase y los países que comprometieron apoyo a Guatemala lo concretan, será necesario no imponerle la privatización ni la disminución de personal administrativo sino permitir que los mismos guatemaltecos decidan lo que se debe hacer, sentencia.

La Unesco, comenta, hace años que está contribuyendo a la paz y el desarrollo en Guatemala, a través del Programa Mundo Maya.

"Nosotros no tenemos lecciones que darles, sino sólo contribuir a fomentar las actividades propias de los guatemaltecos", concluyó. (FIN/IPS/td/dg/ip-dv/96

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe