CUMBRE/EUROPA: Reducción de armas convencionales satisface a Rusia

La delegación rusa en la cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que se celebró el lunes y hoy en la capital de Portugal, no esconde su satisfacción por la reducción de armamentos de las Fuerzas Convencionales en Europa (FCE).

El documento de revisión del tratado aprobado en la cumbre consagró la reivindicación rusa de negociar por separado sobre fuerzas y sistemas de armas convencionales por regiones, debido a que Moscú considera "flanco estratégico de riesgo" la ampliación de la OTAN a Hungría, Polonia y la República Checa.

Pese a que no hacía parte de la agenda de la cumbre, la petición de ingreso de Budapest, Praga y Varsovia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se convirtió en asunto neurálgico debido a la oposición de Moscú, que considera la ampliación una amenaza a sus fronteras occidentales.

El documento de revisión del tratado FCE aprobado el lunes acepta el principio que cada Estado pueda exigir la renegociación de los patrones e índices de reducción de armamentos en nombre de la respectiva seguridad nacional.

En términos de sistemas de armas, se negociará el equilibrio entre las fuerzas terrestres y los sistemas aéreos.

En las tropas de tierra, se contemplan la caballería, artillerías ligera y pesada de largo alcance, blindados ligeros de asalto y de reconocimiento, mientras los medios aéreos incluyen los sistemas con elevadas capacidades de ataque, en especial caza- bombarderos y helicópteros artillados.

El documento estipula que las nuevas evaluaciones van a continuar desarrollándose bajo la orientación de los principios de diálogo propugnados por la OSCE.

Este principio será aplicado en especial a los modelos de fiscalización y control, manteniéndose casi inalterado el principio, aceptado por Moscú, del respeto por el intercambio de informaciones entre los Estados signatarios.

Este instrumento permite determinar si los arsenales militares y tropas respetan los límites acordados.

El documento de Lisboa introduce la novedad de permitir a cada país inscribir en los inventarios de armamentos y equipos considerados como arsenal de reserva, el que se destina a las operaciones de paz conducidas por la OSCE y por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Cada uno de estos principios serán discutidos en detalle en enero en Viena, durante la reunión del Grupo de Consulta Conjunta.

El texto del documento no se refiere a la ex Yugoslavia, debido a que la fiscalización está a cargo de la OTAN por mandato de la ONU. (FIN/IPS/mdq/jc/hd-ip/96

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