COMERCIO: Acuerdo sobre liberalización agrícola en tela de juicio

Los ministros reunidos en Singapur están ajustando los últimos detalles de un acuerdo sobre liberalización del comercio agrícola, pero aún sopesan los temores en torno al impacto de ese convenio sobre la seguridad alimentaria mundial.

Los delegados de los 128 países que integran la Organización Mundial de Comercio (OMC) a la reunión de ministros inaugural de la entidad parecían haberse puesto de acuerdo sobre un pacto agrícola el miércoles, pero el panorama no era tan claro este jueves.

Argentina, cuyas principales exportaciones son carne bovina y alimento animal, pedía, por ejemplo, un lenguaje más radical en el documento que se firmará este viernes, en el que se reclamará una la apertura del mercado alimentario mundial.

Otra preocupación de los países miembros de la OMC son los subsidios agrícolas, si bien el problema estará ausente de la declaración final.

El ministro de Comercio de Australia, Tim Fisher, dejó este jueves en evidencia su frustración por el retraso en acordar la declaración sobre agricultura, pero se abstuvo de revelar los motivos de la demora.

"Vamos a mantener reserva. Soy optimista… pero es necesario que nos cuidemos de los retrocesos", manifestó.

En su calidad de gran exportador de cereales, Australia prestó especial atención a las negociaciones sobre comercio agrícola.

"Mucha más gente podrá alimentarse en los próximos 50 años si liberalizamos el sector. La mejor manera de elevar la calidad de vida de la población mundial es la liberalización del comercio agrícola", agregó Fisher.

Pero algunos países en desarrollo tienen opiniones diferentes, pues la apertura del mercado agrícola supondría el recorte de todo tipo de subsidio directo a los productores del sector.

Funcionarios de algunas naciones, como India, el país más poblado del mundo detrás de China, argumentan que tienen derecho a subsidiar a sus agricultores para alcanzar la autosuficiencia alimentaria.

"Debería reconocerse el derecho a subsidiar a los países que tienen una producción insignificante de cereales, pero no nos oponemos a ningún pasaje de la declaración en materia agrícola", dijo a IPS un alto funcionario indio que asiste a la reunión en Singapur.

T. K. Bhaumik, alto funcionario de la Confederación de Industrias de India, sostuvo, por el contrario, que la seguridad alimentaria ya no constituye un problema para su país, pues las grandes cosechas recogidas desde hace muchos años permitieron el almacenamiento de grandes cantidades de grano.

"India está en camino de ser, más que autosuficiente, excedentaria. Nuestras existencias ascienden a 25 millones de toneladas. Apenas se necesitan 10 millones de toneladas al año para cubrir las necesidades, por lo que sobran 15 millones anuales", explicó Bhaumik.

"Aun si se aplicara eso para aliviar la pobreza a través de programas de alimentación o trabajo, deberíamos destinar alrededor de cinco millones de toneladas de cereal a la exportación", agregó.

Bhaumik cree que si aumenta la productividad en India, su país se convertirá en un gran exportador de alimentos y, como tal, "se rehusaría a contemplar sus propias potencialidades" comerciales al negarse a la liberalización agrícola.

"La seguridad alimentaria mundial no es un problema", manifestó, por su parte, Graham Blight, granjero australiano y presidente de la Federación Internacional de Productores Agrícolas (FIPA).

"Los agricultores de todo el mundo tienen enorme capacidad para aumentar sus cosechas. Algunos países importadores esgrimen la seguridad alimentaria para imponer barreras comerciales artificiales", afirmó Blight.

Para el presidente de la FIPAo, "el mundo debería entender que los agricultores hacemos dinero". "No nos metemos en este negocio y usamos nuestro capital, nuestro trabajo y nuestros conocimientos por nada", agregó.

El secretario de Comercio e Industria de Filipinas, César Bautista, recordó que la mitad de la población de su país obtiene sus ingresos de la agricultura.

En ese sentido, sostuvo que se habla demasiado del acceso a los mercados, pero no lo suficiente de la protección a los agricultores de las naciones pobres necesaria para resistir el "impacto contra el desarrollo que supone los subsidios a la exportación" por parte de grandes países exportadores.

"Las multinacionales no garantizan que el pueblo acceda a la comida. La garantía son los pequeños agricultores. Pero, según los conceptos modernos, eso no es 'producción de alimentos', porque eso lo hacen las grandes compañías", dijo el delegado no gubernamental de Bangladesh Mizanun Rahman.

Otro asistente al foro de organizaciones no gubernamentales paralelo a la reunión de la OMC, John Mwaniki, de Zimbabwe, sostuvo que muchas naciones africanas no están listas para liberalizar sus mercados agrícolas del modo que los países exportadores pretenden.

"Debe reconocerse el derecho de Zimbabwe o cualquier otro país a colmar sus existencias propias para alcanzar la seguridad alimentaria. Cuando lleguemos a ese punto, el excedente puede venderse en condiciones de mercado liberalizado", manifestó Mwaniki. (FIN/IPS/tra-en/ks/cpg/mj/if dv/96

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