Brasil sufriría pérdidas de 72.000 millones de dólares dentro de 10 años si la evolución del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) asume la hipótesis más grave de descontrol, según un estudio del Ministerio de Salud.
Brasil tiene entre 338.000 y 448.000 infectados por el virus HIV que provoca el sida, de los cuales cerca de un tercio ya enfermos, estima el estudio divulgado en el primer Congreso Brasileño de Prevención de Enfermedades Sexualmente Trans misibles y Sida, esta semana en Salvador, en el noreste.
Ese número de contaminados representará pérdidas de 3.600 millones de dólares anuales cuando la enfermedad se manifieste en todos, estimaron expertos de varias áreas que participaron en la investigación.
Los casos de sida notificados al Ministerio de Salud se limitan a 94.997 desde 1980 hasta ahora, pero son muchos los casos no informados, o hay retraso en la comunicación entre la base y el Departamento de Sida y Enfermedades Sexualmente Transmisibles (DST).
En el próximo año debe crecer la cantidad de notificaciones porque el Ministerio de Salud empezó a distribuir gratuitamente los medicamentos que prolongan la vida de los enfermos, previó Pedro Chequer, coordinador del Departamento.
Un mejor diagnóstico de la situación del sida en Brasil, con una revisión de las informaciones médicas disponibles, ya permitió identificar este año 7.000 nuevos casos, la mitad de los cuales manifestados antes de 1995. Um programa de control mejorará las estadísticas en año próximo.
El estudio, el más completo hecho hasta ahora, hace dos proyecciones sobre el futuro del sida en Brasil.
En la mejor hipótesis, el número de portadores del HIV más que se duplicará en 10 años, llegando a un millón, lo que hará que la expectativa de vida del brasileño se reduzca en 4,5 años.
La peor hipótesis, con crecimiento anual de ocho por ciento de los casos de contaminación, prevé 7,5 millones de personas con el HIV, haciendo que 6,6 por ciento de la población pueda morir antes de los 20 años.
Esas proyecciones se basan en el riesgo que afecta a la población sexualmente activa, de 15 a 49 años, que suma 80 millones de personas en Brasil. La mayor parte vive en áreas de riesgo considerado alto o mediano, según el porcentaje de personas contaminadas.
Chequer dijo esperar que la cantidad de enfermos deje de aumentar dentro de tres o cuatro años, estabilizándose para luego empezar a caer.
Advirtió que es necesario intensificar ahora la prevención, incluso porque con la caída de nuevos casos en los países ricos tiende a reducirse también los recursos para investigaciones sobre la cura o tratamiento del sida. (FIN/IPS/mo/ag/he/96