ANTIGUA Y BARBUDA: Gobierno marca posición en lucha antinarcóticos

El gobierno de Antigua y Barbuda está abocado a dejar las cosas claras en relación a las conexiones con el narcotráfico y el lavado de dinero del país caribeño.

Algunos críticos sostienen que la campaña no es más que un "control de daños", pero el primer ministro, Lester Bird, reaccionó con firmeza contra Estados Unidos por la mala imagen que ha pintado de las islas.

El informe 1995 publicado este año por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) describe a Antigua y Barbuda como un país durante largo tiempo ruta de tránsito de traficantes, y cada vez más especializado en el lavado de dinero.

Según el informe, el aeropuerto de Antigua "tiene una de las más amplias redes de conexiones de traficantes en la región" y es utilizado por contrabandistas a Estados Unidos y Europa. Además, afirma la DEA, organizaciones con sede en Colombia usan la isla como área de lanzamiento y transbordo.

Asimismo, el documento asegura que Barbuda "no tiene una política contra la droga y el lavado de dinero", y sostiene que los traficantes sentenciados tienen la opción de pagar una alta fianza y dejar la cárcel, mientras 'el gobierno se benefició de los sustanciales ingresos derivados de estas multas".

Pero Bird sostiene que el informe es parte de la política de Estados Unidos orientada a forzar a su gobierno a firmar un acuerdo antinarcóticos con el cual no se siente cómodo.

Bird encuentra difícil comprender la posición de Estados Unidos, ya que Antigua se embarcó en un amplio programa para detener el comercio ilegal de drogas y el lavado de dinero, el cual cuenta con la aprobación de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Washington incluso felicitó a St. John's por sus nuevas leyes contra el lavado de dinero, mientras Gran Bretaña informó que no había evidencias sobre corrupción oficial en los servicios financieros al exterior, tras una investigación.

Como parte del actual esfuerzo por combatir el narcotráfico y su negativa imagen internacional, destaca Bird, el país detuvo el registro de bancos en el exterior hasta que estén listos nuevos estudios sobre todas las instituciones financieras existentes, para asegurar que no están involucradas en el lavado de dinero.

Además, el primer ministro recordó la creación de una unidad de asuntos internos para asegurar la integridad de funcionarios del gobierno y el poder judicial, y la preparación de leyes locales y acuerdos regionales, bilaterales y multilaterales.

"La semana pasada aprobamos la Acción de Prevención de Lavado de Dinero, y Estados Unidos nos escribió diciendo que se trata de una excelente ley", dijo Bird.

Una misión de alto nivel mantuvo conversaciones con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), la policía federal (FBI) y la DEA, y ha solicitado varios pedidos de asistencia técnica a Washington.

Un asesor especial con estatuto de ministro de gabinete fue designado para coordinar la lucha contra el tráfico y el lavado de dinero, mientras un subcomité ministerial y un grupo de trabajo fueron instalados para unificar la actividad de los varios ministerios y agencias.

Antigua también trabajó con el gobierno británico en la cuestión de la droga, y obtuvo la asistencia de Rodney Gallagher, experto en serivicios financieros, mientras Londres ayudará con un especialista directamente responsable de controlar los serivicios financieros al exterior.

A pesar de todo esto, Antigua es blanco de Estados Unidos debido a su rechazo inicial a firmar el acuerdo antinarcóticos propuesto por Washington en su forma original, aseveró el primer ministro.

"Claramente hubo un intento orquestado de presentar artículos en los diarios internacionales porque no firmamos el Tratado de Asistencia Legal Mutua (MLAT)", dijo Bird. (FIN/IPS/tra-en/ta/cb/lp/ip/96

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