EE.UU.-COLOMBIA: Washington desmiente apoyo a paramilitares

Estados Unidos no apoya a ningún grupo paramilitar en Colombia, aseguró hoy el portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns, rechazando las acusaciones de la organización Human Rights Watch (HRW).

Burns respondió a las afirmaciones del informe "Redes de Asesinos de Colombia", publicado este lunes, en el que HRW acusa a agencias militares y de inteligencia de Estados Unidos de brindar asistencia a una reorganización de la inteligencia colombiana realizada en 1991.

Según el documento, elaborado por HRW/Americas y el Proyecto Armas del grupo internacional, el ejército de Colombia opera con grupos paramilitares independientes como parte de su aparato de inteligencia, y los utiliza para eliminar a figuras clave de la oposición.

Desde 1991, las agencias habrían brindado además una creciente cantidad de armas que han sido utilizadas para cometer graves violaciones de los derechos humanos.

Sin embargo, Burns afirmó que Washington "no respaldó la creación ni respalda las actividades de grupos paramilitares" y "tomará todas las medidas necesarias para oponerse a cualquier tipo de ayuda de Estados Unidos a esos grupos".

"No ayudamos a grupos militares porque están fuera de la ley, y no permitimos que ningún funcionario estadounidense presente en Colombia tenga contacto con ellos", agregó el portavoz.

Destacó, además, que su gobierno está "comprometido con la promoción de los derechos humanos y el combate al narcotráfico en Colombia", y que el entrenamiento militar que brinda al ejército de ese país "está de acuerdo con las normas aceptadas internacionalmente y con los derechos humanos".

HRW y el Proyecto Armas urgieron a Estados Unidos y a los países de la Unión Europea a suspender inmediatamente toda ayuda militar y las ventas de armas a Colombia hasta que hayan cesado las violaciones de los derechos humanos de los militares y sus socios paramilitares.

"Este es un mecanismo sofisticado, en parte respaldado por años de asesoramiento, entrenamiento, armas y silencio oficial de Estados Unidos, que permite a los militares colombianos librar una guerra sucia y al oficialismo colombiano negarla"', afirmó José Miguel Vivanco, director de HRW/Americas.

El informe se publicó en momentos en que el gobierno de Bill Clinton planifica enviar más de 200 millones de dólares de asistencia militar a Colombia, destinados oficialmente a la lucha contra el narcotráfico.

La ayuda incluye 12 helicópteros Blackhawk, 24 ametralladoras pesadas, tres aviones C-26 de reconocimiento y seis botes de patrulla. Otros 12 helicópteros Huey y diversas armas serán también entregadas a la Policía Nacional de Colombia.

Grupos defensores de los derechos humanos y algunos congresistas estadounidenses se oponen a la ayuda, citando los miles de asesinatos de parte de los militares y la policía colombianos en la última década.

Por otra parte, autoridades de Estados Unidos niegan enfáticamente que las armas entregadas sean utilizadas para otros fines que la guerra contra el narcotráfico.

"No tenemos ningún indicio de que las unidades militares colombianas utilicen los equipos que les brindamos con el fin de combatir el narcotráfico para cometer violaciones a los derechos humanos", aseguró Burns.

"Sin embargo, debido a nuestra gran preocupación por este tema y las acusaciones realizadas, continuaremos conversando sobre ellos con el gobierno de Colombia", puntualizó.

Agregó que su gobierno seguirá el asunto "muy de cerca, porque es conciente de los abusos cometidos en América Central en las últimas décadas con la ayuda militar de Estados Unidos". (FIN/IPS/tra-en/jl/ml/ip-hd/96

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