CUMBRE/ALIMENTACION: América Latina, una región insegura

Los serios problemas de pobreza que afectan a América Latina se traducen en un nivel de inseguridad alimentaria intolerablemente alto: 64 millones de personas, 13 por ciento del total de habitantes de la región, presentan un déficit de consumo cercano a las 540 calorías diarias.

El déficit de calorías afecta a 20 e incluso 40 por ciento de los habitantes de los países más pobres de América Latina, según informes presentados por la FAO a la Cumbre Mundial de Alimentación, que se celebra esta semana en Roma.

La pobreza agobiaba al comienzo de esta década a 53 por ciento de la población rural latinoamericana y a 34 por ciento de la urbana, y la extrema pobreza a 30 por ciento de los habitantes del campo y 13 por ciento de los que viven en centros urbanos.

En las naciones más pobres, la pobreza rural superaba 60 por ciento, mientras la urbana llegaba a 50, de acuerdo con FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).

Ese cuadro es inaceptable desde el punto de vista ético y amenaza la estabilidad social de la región y, por lo tanto, el o proceso de crecimiento registrado en este decenio.

América Latina y el Caribe están en condiciones de plantearse como meta para el 2010 dos objetivos complementarios: el primero sería reducir la desnutrición de 15 por ciento en 1991/1992 a seis por ciento.

El segundo objetivo recomendado por la FAO es asegurar que el "suministro de energía alimentaria" (SEA) llegue a 2.700 calorías diarias por persona.

Los expertos miden el nivel de seguridad alimentaria de un país en virtud del SEA, o la disponibilidad media de calorías diarias por persona.

Aún en el caso de alcanzarse las metas señaladas por la FAO para América Latina, la desnutrición afectaría de todos modos a 25 por ciento de la población de Haití, el más pobre de la región, donde llega ahora a 40 por ciento.

Los objetivos propuestos exigen una inversión media anual de 37.000 millones de dólares, calculó la FAO.

Los expertos de la agencia destacaron que América Latina cuenta con recursos y conocimientos para aumentar de modo significativo la producción de alimentos, tanto de granos básicos como de carnes, lácteos y pescado.

La FAO estima que nueve países no alcanzarán las 2.700 calorías por habitante en el 2010. Se trata de Bolivia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana.

La población rural de esos nueve países varía de 30 por ciento en Perú a 70 por ciento en Haití. En Bolivia suma 49 por ciento, 56 por ciento en El Salvador y Honduras, 58 en Guatemala, 45 en Panamá y 40 por ciento en Nicaragua y República Dominicana.

Entre 1981 y 1990, Cuba figuró en el primer lugar de la región en cuanto a consumo diario de calorías por habitante, 3.131. En el otro extremo se encontraban Perú, 2.037 calorías, Haití, 2.051, y Bolivia, 2.056 calorías.

Barbados, con un consumo diario por habitante de 3.100, calorías, aventajaba en 1981-1990 a Argentina, 3.098, y México, 3.092.

Cuba perdió terreno posteriormente, debido a la virtual destrucción de su sistema de suministro de alimentos provocada por la caída del bloque socialista, y la crisis económica estallada en diciembre de 1994 también afectó el consumo en México.

El consumo diario por habitante en el área de la Unión Europea es de 3.500 calorías, y en Canadá y Estados Unidos llega a 3.600. En Africa, la región de menor seguridad alimentaria, no supera las 2.300 calorías.

A nivel mundial, la disponibilidad de alimentos para el consumo humano equivale a unas 2.700 calorías diarias.

Mientras 500 millones de personas corren riesgo de morir en el Norte industrial por exceso de consumo de calorías, 840 millones de habitantes del Sur están desnutridos, advirtió la FAO. (FIN/IPS/jp/ff/dv/96

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