CUBA/VATICANO: Castro y el Papa frente a frente, por primera vez

El Papa Juan Pablo II aceptó hoy el convite del presidente de Cuba, Fidel Castro, para visitar Cuba en 1997, informó el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro, al término del histórico encuentro de 35 minutos entre los dos líderes, que se desarrolló en un clima "abierto y claro".

Castro y Karol Wojtyla, añadió Navarro, hablaron en la audiencia privada celebrada en el Vaticano del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba desde hace más de 30 años.

La cuestión de la libertad religiosa, temas relacioinados con los derechos humanos y la posición de Cuba en la comunidad internacional, fueron también temas afrontados por el Papa y Castro, en su primera reunión.

Navarro rehusó realizar más comentarios sobre la conversación, de la cual no participó, diciendo que él indicaría los grandes temas, y que los periodistas debían deducir el resto.

El Pontífice recibió a Castro en la Sala del Trono, donde se estrecharon calurosamente la mano.

Al saludarlo, el líder cubano, que se presentó a la cita vestido con un traje azul cruzado, camisa blanca y corbata rosada, se inclinó levemente y le dijo: "Santidad, para mí es un gran honor estar aquí".

Mientras lo conducía a su biblioteca privada, donde se realizó la conversación a solas, a puertas cerradas, Juan Pablo II le respondió en castellano: "Bienvenido, gracias por su visita".

Una de las razones por las cuales las audiencias se realizan a solas, dijo Navarro, es que el Papa es un sacerdote y está abierto, "aunque no me refiero a Fidel Castro", a todo tipo de confidencias.

Navarro dijo que en la audiencia se consideraron "cuestiones relacionadas con la normalización de las condiciones de existencia de la Iglesia en Cuba y, en general, el papel de los creyentes en la vida nacional".

Además, expresó, algunos aspectos relacionados con la reconciliación nacional.

Sobre el embargo norteamericano contra Cuba, Navarro insistió, al responder a las preguntas, que él sólo indicaría las grandes líneas de la conversación.

Agregó que es conocida la posición del Papa y de la Iglesia contrarias a todos los embargos, posición que fue reiterada el lunes de la semana pasada por el Pontífice cuando inauguró la Cumbre Mundial de la Alimentación.

Al término de la audiencia, Castro le regaló al Papa un caracol de plata, y recibió de manos del Pontífice una serie de medallas del Vaticano, un dono tradicional que hace a los jefes de Estado.

Al despedirse, el Papa le trasnmitió a Castro la bendición a todo el pueblo cubano.

Navarro manifestó, saliéndose del texto que había preparado, que Castro había subrayado el "reconocimiento" por cuanto hace la Iglesia en Cuba, en particular en el campo de la educación y la asistencia.

El líder cubano llegó a la Plaza San Pedro a las 10.45 (09.45 GMT), con unos 30 guardias personales, en 17 automóviles, y la audiencia se inició exactamente a la hora fijada, a las 11.00.

Ingresó a la sede pontificia por la Puerta de San Damaso, a un costado de la plaza San Pedro, mientras policías de uniforme y agentes de civil vigilaban atentamente.

En la plaza había sólo unos pocos turistas porque sobre Roma llovía, con algunos breves intervalos, desde poco antes de la llegada de Castro a Italia, el viernes a las 01.30 de la madrugada (00.30 GMT).

Más que turistas, se encontraban numerosos periodistas y en especial reporteros gráficos y camarógrafos de todas las principales cadenas del mundo.

Contrariamente a lo que sucede normalmente durante las visitas al Papa de los jefes de gobierno, esta vez el Vaticano no autorizó que los periodistas constituyeran un equipo, que acompaña al visitante hasta un cierto lugar para después informar a toda la prensa.

Toda la información estuvo a cargo de Navarro, un periodista español que la repitió en italiano, castellano e inglés.

Analistas especializados en temas del Vaticano estimaron que la audiencia fue prolongada, ya que en general nunca superan los 40 minutos, y muchas veces son de apenas 15 minutos.

Navarro comentó que en Cuba hay 220 sacerdotes, en una población total de 11 millones de habitantes, 97 por ciento de los cuales católicos y tres por ciento protestantes, afirmó, citando una enciclopedia italiana.

Luego del encuentro con el Papa, Castro se reunió durante 45 minutos con el Secretario de Estado, cardenal Angelo Sodano.

En el encuentro con Sodano estaban presentes el "ministro de relaciones exteriores" del Vaticano, Jean Lois Tauran, y el de Cuba, Roberto Robaina.

Castro y Sodano profundizaron, dijo Navarro, "algunos temas relacionados con la vida de los católicos en la isla del Caribe, además de la actividad pastoral que desarrollan cotidianamente sacerdotes, obispos y monjas".

Además, "la evolución de la sociedad cubana, algunos aspectos relacionados con la reconciliación nacional y la posición de la isla en la comunidad internacional".

Al término de la reunión con Sodano, Castro pidió visitar la Basílica de San Pedro y algunas de las salas principales de los museos vaticanos, en particular la Capilla Sixtina.

El líder cubano invitó a un almuerzo a algunos cardenales que habían estado en Cuba en los últimos años: Agostino Casaroli, Eduardo Pironio, Fiorenzo Angelini, Roger Etchegaray, Jean Lois Tauran, Carlo Furno y Cipriano Calderón. (FIN/IPS/jp/jc/ip/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe