Unas 1.500 firmas extranjeras, en representación de 60 países, ignoran la amenaza de la ley estadounidense Helms-Burton al participar esta semana en la mayor feria comercial de Cuba.
La XIV Feria Internacional de La Habana (FIHAV'96), abierta el domingo por el presidente Fidel Castro, tiene entre sus principales objetivos promover el intercambio comercial y la inversión extranjera en la isla.
A casi diez meses de la aprobación de la ley estadounidense, medios oficiales interpretaron el éxito de la convocatoria como "una prueba más de la decisión del empresariado mundial de no ceder ante las presiones de Washington".
La ley Helms-Burton pretende frenar el flujo de capital extranjero hacia la isla y ratifica las reestricciones comerciales establecidas por el bloqueo estadounidense en las últimas décadas.
Sus disposiciones sancionan a los individuos o compañías que invierten en propiedades estadounidenses confiscadas por el gobierno de Castro, pero también a quienes mantienen negocios con otras empresas de la isla, ya que no pueden exportar a Estados Unidos productos con componentes cubanos.
"Estamos en presencia de la mayor feria que se ha realizado" en la isla, dijo Abraham Maciques, presidente de la Cámara de Comercio cubana y de la comisión organizadora de FIHAV'96, que ocupa 21.500 metros cuadrados de Expocuba, el más importante recinto ferial del país.
Los organizadores invirtieron dos millones de pesos (igual en dólares al cambio oficial) para ampliar en 1.000 metros cuadrados el área de exposiciones y responder a las exigencias de las firmas acreditadas, que son unas 1.650, si se cuentan las cubanas.
El crecimiento de FIHAV se comprueba también en el aumento de países participantes y en la presencia de delegaciones gubernamentales.
Los países con mayor número de expositores son España, Italia y Canadá, seguidos de cerca por Panamá, México, Venezuela, Brasil y Guatemala.
Entre las naciones que asisten por primera vez a la cita comercial habanera figuran Corea del Sur, Egipto, Indonesia, Mónaco, Namibia, Palestina, Finlandia, República de San Marino, Barbados y Haití.
Analistas locales vieron con gran interés el crecimiento de las representaciones de Rusia, como prueba del acercamiento entre Cuba y su antiguo aliado del desaparecido Consejo de Ayuda Mutua Económica de los países socialistas.
Mientras, la República Popular China, que en 1995 estuvo presente en un pequeno "stand" de nueve metros cuadrados, reservó ahora un pabellón de 200 metros, donde expondrá una amplia muestra de sus firmas exportadoras.
Rusia, que heredó los compromisos de la antigua Unión Soviética y se mantiene como principal socio comercial de Cuba, aunque con niveles muy inferiores a los de los viejos tiempos, dispone este año un pabellón de 300 metros cuadrados, 276 más que en 1995.
Maciques señaló la visita de varias delegaciones oficiales, presididas algunas por ministros o funcionarios de alto nivel, como es el caso de Alemania, Colombia, Suiza, Cabo Verde y de la región atónoma española de Islas Canarias.
La Feria Internacional de la Habana data de 1983, época de auge de la economía nacional. En su primera edición sólo reunió 108 firmas de tres países, incluyendo al anfitrión.
FIHAV no depende de subsidios estatales y sus ingresos pasaron de 37.000 dólares en 1983 a 2,2 millones el pasado año.
"La mayor feria celebrada hasta la fecha patentiza la decisión e interés de la comunidad internacional de hacer negocios con Cuba", dijo el domingo el ministro de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas.
Cabrisas destacó la voluntad del gobierno de avanzar cada vez más en la promoción de la inversion extranjera y los negocios con firmas extranjeras, y aseguró que están creadas las condiciones económicas para el aumento del comercio.
"El producto interno bruto crecerá este año más de cinco por ciento", pronosticó el ministro. Agregó que la producción de níquel alcanzará el record de 50.000 toneladas, y la cosecha de azúcar correspondiente a 1996-1997 superará los 4,45 millones de toneladas. (FIN/IPS/da/ff/if/96
