COREA DEL SUR: En crisis de crecimiento, Seúl entrará en la OCDE

Corea del Sur será el miembro número 29 de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), convirtiéndose así en el segundo país asiático, después de Japón, invitado a entrar en el llamado "club de ricos" sito en París.

El gobierno está decidido a ratificar este mes ante la Asamblea Nacional una moción para permitir el ingreso de Corea del Sur a la OCDE.

La pregunta que algunos sectores económicos y políticos se formulan es, no obstante, si Seúl está de verdad en condiciones de jugar en la primera división.

La invitación que las naciones más industrializadas del mundo extendieron en octubre a Corea del Sur llega en momentos en que ese país, después de muchos años de fuerte crecimiento, atraviesa un período de ritmo económico declinante, sin señales de recuperación a corto plazo.

El ritmo de crecimiento tiende a descender, exhibiendo una tasa anual de 6,7 por ciento en el segundo trimestre de este año.

Las últimas proyecciones del Banco Asiático de Desarrollo (AsDB), sito en Manila, indican que la tasa de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de 1996 no superará la tasa de siete por ciento, contra nueve por ciento en 1995.

La OCDE fue fundada en 1960, para sustituir a la Organización de Cooperación Económica Europea (OCEE), que a su vez había sido creada en 1948. Los países miembros cooperan en la formulación de políticas económicas y sociales que suelen gravitar decisivamente en las tendencias mundiales.

Sus actuales miembros son Australia, Austria, Bélgica, Gran Bretaña, Canadá, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, España, Suecia, Suiza, Turquía y Estados Unidos.

Los últimos en ingresar, de esos 27 miembros, fueron México (1994), la República Checa (1995) y Hungría (mayo de 1996).

Polonia será el miembro número 28 tan pronto como formalice los trámites de su ingreso, pues el Parlamento polaco ya ha aprobado la ratificación del instrumento de adhesión.

En un informe publicado este martes, el pronóstico del AsDB sobre el comportamiento de la economía surcoreana en 1997 no va más allá de una tasa de crecimiento de 6,7 por ciento.

El informe sostiene que entre las causas primarias de este ralentamiento se puede identificar una caída de las exportaciones y una desaceleración de la inversión en bienes de capital.

El déficit en cuenta corriente para los primeros ocho meses de 1996 fue de 15.200 millones de dólares, casi dos veces y media el correspondiente al mismo período de 1995.

"La creciente brecha se debe a la depreciación del yen japonés y la caída de los precios de los productos informáticos, que representan 20 por ciento de las exportaciones coreanas", según el AsDB.

Los analistas estiman que las exportaciones de semiconductores pueden caer 20 por ciento este año, al nivel de 17 millones de dólares.

Los partidos de oposición juzgan que, dadas las presentes circunstancias, no sería oportuno que Corea del Sur aceptara la invitación de la OCDE.

El AsDB también arroja una sombra de duda sobre el programa liberalizador del gobierno para adaptarse a los requisitos de la OCDE.

El informe del banco regional señala que si bien el gobierno ha tomado medidas para abrir el mercado de acciones a inversores extranjeros, no ha hecho lo suficiente para liberalizar el sector financiero.

En ese sentido, el AsDB hace notar las reservas de Seúl ante la posibilidad de liberar la propiedad de los bancos y el mercado de bonos a los extranjeros.

"Corea está pronto para ingresar en la OCDE -afirmó Lee Kyung Sue, funcionario del departamento económico de la embajada coreana en Tokio-, y estamos preparados para adoptar las reglas de otros países industrializados, aunque esto no signifique por necesidad que seamos un país plenamente industrializado".

El economista se refirió a los beneficios de pertenecer al prestigioso club, aunque admitió que Corea del Sur tendría que reducir sus tasas de interés, "lo que de todas formas no es una desventaja importante".

Japón siempre ha apoyado el ingreso de Corea del Sur a la OCDE. "Se trata de un gran acontecimiento histórico", comentó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores japonés, Hiroshi Hashimoto.

El interés de Tokio en la entrada de su principal rival del este de Asia en la OCDE no es ajeno al hecho de que Seúl tendrá que suprimir la prohibición de importar productos japoneses que compiten directamente con similares surcoreanos.

"Se trata de una decisión políticamente delicada, pero con el tiempo ella dará sus buenos frutos", escribió Teruo Muta, comentarista político del diario Asahi Shinbun.

Los economistas japoneses recordaron que, desde la década del 60, Corea del Sur ha multiplicado más de 100 veces el ingreso por habitante de su economía. (FIN/IPS/tra-en/mk/cpg/arl/if/96

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