La Cumbre Mundial de Alimentación que se realizará en esta capital entre el 13 y 17 de este mes deberá aprobar un plan de acción para reducir a 400 millones la cantidad de personas desnutridas en el 2015.
El número de desnutridos alcanza hoy 800 millones, aunque la última conferencia sobre seguridad alimentaria, realizada en 1974, se había comprometido a intentar poner fin al hambre en el mundo en un plazo de 10 años.
Alrededor de 200 países representados en la cumbre de cinco días que comienza este miércoles pueden asegurar que el mundo inicie el camino para liberarse de la paradoja del hambre en medio de la abundancia, dijo Kay Killingsworth, secretaria general de la reunión, auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La conferencia fue convocada para resolver "la paradoja que desafía la lógica de un planeta que produce suficiente para todos, pero que a la vez tiene más de 800 millones de personas sin una dieta adecuada", señaló Jacques Diouf, director general de la FAO.
El objetivo de reducir a la mitad el número de personas sin alimento suficiente en los próximos 20 años es "una meta realista", dijo Killingsworth a los periodistas en Roma.
El hecho que los países que debatirán sobre el plan de acción llamado Declaración de Roma no consideren oportuno fijar un objetivo para el objetivo final de reducir el hambre mundial completamente "no significa que esta meta final no sea realista", dijo la secretaria de la cumbre.
Aunque el mundo produce suficientes alimentos para todos los habitantes del planeta, con unas 2.710 calorías diarias por persona, gran parte de la humanidad padece hambre debido a una combinación de altos precios de los alimentos, bajos ingresos y malas políticas alimentarias, afirma la FAO.
El organismo mundial tiene noticias más alentadoras para los participantes. Tras una caída continua, las reservas mundiales de cereales aumentarían por primera vez en cuatro años, tras buenas cosechas en varios países, según el número de noviembre de la publicación de FAO "Perspectivas Alimentarias", divulgada al público este lunes.
La FAO estima que las granjas del mundo produjeron en 1996 unos 1.849 millones de toneladas de cereales, con 28 millones de toneladas por encima de lo esperado, e incluyendo una cosecha de 581 millones de toneladas de trigo.
No obstante, se estima que esta cantidad está por debajo de los niveles considerados seguros para el mundo, mientras la posición de abastecimiento del trigo es considerada "particularmente ajustada".
Se prevé que las reservas de trigo aumentarán marginalmente menos de cuatro millones de toneladas, a partir de los 107,8 millones de toneladas de 1993.
En general, el crecimiento del abastecimiento mundial de alimentos continúa superando el crecimiento demográfico, pero hay importantes excepciones regionales.
Unos 200 millones de niños de países pobres están severamente desnutridos, según la Sexta Encuesta Alimentaria Mundial de FAO, también divulgada este lunes.
La Encuesta Alimentaria señaló que la disponibilidad de alimentos en Africa Subsahariana continúa decreciendo, mientras la proporción de personas seriamente desnutridas aumentó de 38 por ciento de la población hace 25 años a 43 por ciento a comienzos de esta década.
Menos personas enfrentaron un acceso inadecuado a alimentos en 1990-92, en relación a hace 20 años, sin tener en cuenta la adición de 1.500 millones de personas a la población de los países en desarrolo durante ese período.
No obstante, este número era todavía muy alto en 1990-92, mientras una cada cinco personas en el mundo en desarrollo enfrenta insuficiencia de alimentos, dijo Diouf en su introducción a la Encuesta Mundial de Alimentos.
Otro dato preocupante fue la caída de la disponibilidad de alimentos básicos de grupos pobres y marginalizados en los países en desarrollo, entre ellos grupos indígenas, comunidades tribales y rurales.
"Perspectivas Alimentarias" afirma que las guerras civiles, los desastres naturales y el fracaso de cosechas localizadas empeoraron la inseguridad alimentaria que afecta a países de bajos ingresos con déficit de alimentos.
Pero el mundo ha sido lento en la ayuda a quienes necesitan asistencia, señaló la encuesta. Aunque los envíos totales de cereales aumentaron levemente en 0,3 millones de toneladas, a 7,5 millones de toneladas, la cifra fue casi la mitad del promedio anual durante el quinquenio pasado.
La ayuda alimentaria a los países de bajos ingresos y dieta deficitaria se desplomó 2,2 millones de toneladas, a 5,7 millones de toneladas en 1995-96, la cantidad más baja hasta ahora registrada, afirma "Perspectivas Alimentarias". (FIN/IPS/tra-en/mu/mk/lp/dv/96