AFRICA: El espacio, llave tecnológica para el desarrollo

La investigación y la tecnología espacial son dueñas de una clave importante para que Africa pueda salir adelante en su lucha por asegurar la alimentación para todos, mejorar las comunicaciones y administrar sus recursos naturales.

Aquello que se invierta en tecnología espacial y en adaptar la investigación en ese campo a las necesidades de Africa aportará al continente un enorme potencial técnico, según la opinión de expertos presentes esta semana en la capital de Sudáfrica.

Los expertos participan en la Segunda Conferencia Regional de las Naciones Unidas sobre Tecnología del Espacio para un Desarrollo Sostenible en Africa, que se celebra en Pretoria.

Los países africanos se reunieron por primera vez en Dakar en octubre de 1993, y aprobaron un programa de acción para el desarrollo de la investigación y la tecnología espacial. La reunión de Pretoria se propone evaluar la aplicación del programa y hacer nuevas recomendaciones.

Africa ha reaccionado lentamente ante la potencialidad de la tecnología espacial, que no ha recibido aún de los responsables políticos la atención debida, de acuerdo con Adigun Ade Abiodun, experto en aplicaciones espaciales de la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior.

Abiodun -técnico nigeriano- precisó que, lo mismo que ocurre en otros campos, la investigación espacial es desatendida por las autoridades africanas competentes, que se concentran en aspectos más tangibles de la política de desarrollo.

Desde que fue abierta en Viena en 1971, la Oficina del Espacio Exterior ha sido el instrumento primordial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para crear conciencia, entre los responsables políticos, de los beneficios de la tecnología espacial.

Su éxito en Africa ha sido, sin embargo, muy limitado.

Más de 100 delegados asisten a la conferencia de Pretoria – cuyos trabajos se extienden del 4 al 8 de este mes-, que cuenta con la presencia de expertos de todas partes del mundo, incluyendo a la Agencia Europea del Espacio y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, de Estados Unidos.

La reunión centró sus deliberaciones en las medidas que deben ser adoptadas para que el continente pueda disponer de sistemas de comunicación, investigación climática, observaciones oceánicas y un inventario de tierras y bosques.

Sudáfrica encabeza actualmente los esfuerzos africanos en este campo. Este país creó en 1993 un grupo de trabajo para examinar diversos terrenos de cooperación con Estados Unidos en proyectos espaciales civiles, y está interesado en lanzar sus propios satélites.

"La única estación receptora en tierra de señales distantes, que existe hoy en día en suelo africano, se encuentra al oeste de Pretoria", informó Alec Erwin, ministro de Comercio e Industria de Sudáfrica. "Tenemos el programa de ciencia y tecnología espacial más importante de Africa".

Un sistema de señales distantes puede definirse como la reunión de información sobre un objeto sin estar en directo contacto con él.

Esta tecnología permite que los científicos estudien los cambios ambientales en el tiempo y en las regiones, para establecer correlaciones con otros factores, tales como el crecimiento de la población o los procedimientos agrícolas.

Poco se sabe, por ejemplo, de cómo se produce la desertización, un proceso que afecta a una sexta parte de la población mundial y a una cuarta parte de la superficie terrestre del planeta.

En cambio, los sistemas de señales distantes pueden ser una de las fuentes de información más importantes para conocer el clima de la Tierra.

"Es notable el desarrollo que han experimentado las señales distantes, junto con la tecnología de la computación y de los satélites, y sin embargo, extensas regiones del mundo en desarrollo sufren degradación ambiental, pobreza y enfermedad", dijo Indurall Fagoonee, científico de la Universidad de Mauricio.

"Ya es hora de hacer lo necesario para que estas herramientas sean puestas al alcance del mundo subdesarrollado", añadió.

Los intentos realizados para utilizar esta tecnología han fracasado generalmente por falta de fondos y de preparación.

"Africa no puede participar en estos programas sin gente capacitada, sin conocimientos. Nuestra mayor preocupación es la formación técnica, y no tanto la educación científica", precisó Abiodun.

Mientras que la formación técnica no es otra cosa que enfrentar a una persona con la tecnología de otra -explicó Abiodun- la educación científica consiste en poner a un individuo ante el desarrollo de conceptos que podrá usar después para crear una tecnología propia.

La tecnología espacial, según Abiodun, puede ayudar a Africa en muchos campos: alimentación, salud, uso de recursos naturales, conocimiento ambiental, energía, educación, intercambio de información, seguridad nacional y seguridad ciudadana. (FIN/IPS/tra-en/gm/pm/arl/sc/96

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