HAITI: Nueva amenaza de violencia se cierne sobre el gobierno

Los informes sobre una fallida conspiración de grupos opositores de Haití pusieron nuevamente en evidencia la frágil situación de seguridad del país caribeño.

Oficiales de policía de Haití informaron que este fin de semana frustraron un complot al detener al ex soldado Joseph Jean- Baptiste y a Jean Claude, miembro del paramilitar Frente para el Avance y Progreso de Haití (FRAPH).

Ambos hombres fueron capturados este sábado junto a un depósito de armas en la casa del antiguo líder del FRAPH, Emmanuel Constant.

Las detenciones no lograron disipar los temores por la falta de entrenamiento y experiencia de la nueva policía de Haití y su incapacidad para impedir nuevas conspiraciones del FRAPH y otros grupos derechistas.

"Las fuerzas de seguridad de Haití son muy débiles", dijo a IPS Jocelyn McCalla, directora ejecutiva de la Coalición Nacional para los Derechos Haitianos. "Si las fuerzas opositoras se proponen tomar el poder, probablemente tengan éxito", advirtió.

Sin embargo, es improbable que las fuerzas leales al régimen militar del general Raoul Cedrás puedan derrocar al gobierno del presidente René Préval a corto plazo, opinó McCalla.

"Quien realmente planee un golpe de estado no lo hace en la casa de Constant", observó. El líder del FRAPH, que actualmente reside en Nueva York, es famoso en Haití por supuestos crímenes cometidos durante el régimen de Cedrás y por su función de informante de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.

La policía haitiana aclaró que Jean-Baptiste y Claude no planeaban destituir a Préval, sino conmemorar con una nueva ola de violencia el quinto aniversario del derrocamiento temporal del ex presidente Jean-Bertrand Aristide.

"No calificaría el plan como una conjura golpista", declaró a la agencia Reuters Felder Jean Baptiste, un portavoz de la policía. Simplemente "pretendían crear desorden asesinando funcionarios de gobierno y de la policía, así como sembrar el terror en los barrios pobres", afirmó.

Por otra parte, el gobierno de Préval insiste en que tiene el control de la situación y que el riesgo de que se produzcan nuevos hechos violentos o un golpe de estado como el de 1991 es muy bajo.

"Siempre existe preocupación por la seguridad del país, pero no es demasiada en este momento", declaró a IPS el canciller haitiano Fritz Longchamps.

Mientras, el gobierno de Estados Unidos no ha tomado ninguna medida para controlar las actividades de ex líderes paramilitares establecidos en Nueva York, como Constant y Jodel Chamblain.

Para algunos observadores, está claro que la cooperación de Constant con Estados Unidos, incluyendo su función de informante de la CIA, constituye el motivo de su impunidad.

Constant y otros líderes del FRAPH podrían transformarse en un problema mayor luego del retiro de Haití de unos 1.000 cascos azules de la Organización de las Naciones Unidas, previsto para fines de noviembre. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ml/ip/96

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