GRAN BRETAÑA: El ocaso de la tienda de barrio

Cuando Napoleón estigmatizó a Gran Bretaña como una nación de tenderos, no pudo prever con cuánta asiduidad los inmigrantes asiáticos le tomarían al pie de la letra. Al promediar el siglo que está por terminar, cada ciudad de este país llegó a tener al menos una tienda asiática.

En los tiempos que corren, sin embargo, puede verse cada vez con mayor frecuencia que bajan para siempre las cortinas de la tienda del barrio, pues sus propietarios asiáticos no logran vencer la intensa competencia de los supermercados ni la resistencia de sus hijos a hacerse cargo del negocio familiar.

Siete de cada 10 pequeños detallistas asiáticos declaran que no esperan seguir en su actual comercio independiente dentro de 10 años, según informó la Asociación de Empresarios Asiáticos (ABA), que tiene sede en Londres.

El cierre progresivo de las tiendas de barrio está llamado a producir fuertes cambios en la vida comunitaria de la capital, ya que 85 por ciento de esos comercios son propiedad de asiáticos.

"El comercio minorista ofreció a los inmigrantes asiáticos un primer piso donde afirmarse, pero el prestigio cultural del éxito académico ha hecho que muchos jóvenes escojan las carreras profesionales", comentó Janet Foster, coordinadora de la ABA.

"La persona que tenga un título no querrá dirigir la tienda de la esquina", subrayó Foster. "Esa ya no es una actividad próspera".

Ese punto de vista es compartido por el centro londinense Instituto de Estudio de Políticas, que el mes próximo publicará un trabajo sobre los comerciantes asiáticos por cuenta propia. El estudio advierte que los padres suelen estimular a sus hijos a hacerse una profesión en lugar de explotar el negocio familiar.

"Muchos inmigrantes que tenían un título creyeron que podrían incorporarse a profesiones similares al llegar a Gran Bretaña, pero vieron que se les cerraban las puertas, ya fuera por racismo o por la incompatibilidad de su formación", dijo Nigel Churchill, portavoz del Instituto.

"Claro que de todas formas hallaron la prosperidad a través del comercio detallista, pero mantienen aquellas aspiraciones para sus descendientes", añadió.

El fenómeno de las tiendas asiáticas, comenzado hace 30 años, fue generado por inmigrantes de India y de Africa oriental. Esta actividad les ofreció la posibilidad de competir y ubicarse bien en su nuevo país, pues de ella podían vivir, contando además con una vivienda ya construida, encima del local.

Los comercios de barrio, sin embargo, son atacados ahora por la competencia de los centros comerciales que se instalan fuera de la ciudad con la vista puesta en los automovilistas. Esa política, impulsada por el gobierno en la década de los 80, es objeto de revisión en estos momentos.

Un grupo dedicado al análisis del comercio minorista, Research by Verdict, reveló que 25 por ciento de las ventas al detalle se realizan ahora en localidades fuera de la ciudad, mientras que en 1980 esas ventas sólo representaban cinco por ciento del total.

Cuando los grandes almacenes se trasladan fuera de la ciudad, arrastran a sus clientes más adinerados. "Ahora se ven muchos locales vacíos, tiendas de caridad y baratillos en las viejas calles comerciales", recordó Foster.

Aquellas confiterías, tabaquerías y tiendas de prensa y papelería, que los nuevos tiempos han dejado atrás, sufrieron una caída de 14 por ciento en sus ventas entre 1990 y 1994, según los analistas de la firma Mintel.

La ABA sostiene que la relajación de las viejas normas británicas que regulaban la actividad comercial de los domingos ha contribuido a la decadencia de las tiendas de barrio.

Aquel antiguo régimen establecía que los típicos comercios de prensa y papelería, que además vendían verduras y otros productos de alimentación, estaban entre los pocos autorizados a abrir sus puertas en domingo.

Por el contrario, la Ley Comercial del Domingo, de 1994, abrió la competencia a los almacenes de mayor tamaño y proporcionó a las familias una nueva oportunidad para hacer una gran compra semanal en el supermercado.

En vista del cúmulo de problemas que enfrentan los pequeños comerciantes, cabe preguntarse si al entrar el nuevo siglo aún existirá alguna tienda en la esquina más próxima. (FIN/IPS/tra-en/sl/fn/arl/dv-pr/96

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