AMERICA LATINA: Se busca un billón de dólares para nuevas obras

América Latina necesita invertir en 10 años más de un billón de dólares en las carreteras, autopistas, vías férreas, infraestructura energética y de telecomunicaciones requeridas para su integración, según un estudio presentado hoy en Venezuela.

La receta para que los países latinoamericanos y caribeños consigan esas inversiones es "simplificar, simplificar, simplificar" leyes y administraciones, según el estudio que elex ministro venezolano de Transporte, Roberto Smith, presentó al XXV congreso internacional de agentes aduanales, en Caracas.

La adecuación de la infraestructura física del tranporte y las comunicaciones es imprescindible para que América Latina se incorpore con pie firme y aproveche para su desarrollo el surgimiento, el año 2005, del Area de Libre Comercio de las Américas, dijo Smith.

Para ello se requiere invertir 250.000 millones de dólares en carreteras y autopistas, 230.000 millones en ferrocarriles, 390.000 millones en energía y 290.000 millones de dólares en telecomunicaciones, señaló el experto.

Esos 1,16 billones de dólares se traducen en inversiones anuales sostenidas de 110.000 millones, de los que 60.000 millones, al menos, deberían provenir del sector privado, más 40.000 millones de los estados y unos 10.000 millones de dólares de fuentes multilaterales.

En 1995, las inversiones regionales en infraestructura de las cuatro áreas tocadas por Smith totalizaron 50.000 millones de dólares, de los cuales 40.000 millones de origen estatal, 4.000 de multilaterales y sólo 6.000 millones de privados.

Los recursos requeridos se necesitan para construcción y mantenimiento de un millón de kilómetros de carreteras y autopistas, 200.000 kilómetros de vías férreas, producir energía por el equivalente a dos billones de barriles de petróleo e instalar 25 millones de nuevas líneas telefónicas.

Smith, quien fue ministro del ex presidente Carlos Andrés Pérez (1989-1993), destacó la necesidad de desarrollar esa infraestructura ante el crecimiento del comercio de la región.

El intercambio latinoamericano fue de 113.000 millones de dólares en 1960, de 218.000 millones en 1980, de 387.000 millones en 1995, y puede llegar a 480.000 millones el año 2000.

"Parte muy importante de ese incremento es resultado de nuevos logros de integración económica, y de acuerdos para abrir las economías en la región", comentó Smith.

Las exportaciones del área, constantemente superiores a las importaciones, se han sofisticado cada vez más, de forma que la relación porcentual entre productos primarios y manufacturas exportadas pasó de 94-6 en 1960 a 82-18 en 1980 y 59-41 en 1995.

Esa realidad, según Smith, coloca sobre la mesa la discusión de nuevas visiones de la infraestructura, logística y transporte que requiere el crecimiento económico y comercial.

Aunque sea insuficiente, la infraestructura se ha expandido "tremendamente" en América Latina: las carreteras pavimentadas aumentaron de 103.000 a 402.000 kilómetros entre 1970 y 1990, la capacidad eléctrica instalada de 38.000 a 152.000 megavatios, y las líneas telefónicas de nueve a 30 millones.

Incluso durante la "década perdida" de los 80, la infraestructura creció cuatro por ciento interanual. La única disponibilidad que mermó fue la de vías férreas, que pasó de 122.000 kilómetros en 1970 a 112.000 veinte años después.

Al mostrar las carencias en la región, Smith recordó que las Américas, de Alaska a la Tierra del Fuego, poseen cinco por ciento de las carreteras pavimentadas en el mundo, 47 por ciento de las vías férreas, 46 por ciento de la capacidad eléctrica instalada y 38 por ciento de las líneas de telefonía.

Pero América Latina tiene, en conjunto, mucho menos de un décimo de la infraestructura en el mundo.

Posee apenas tres por ciento de las carretaras pavimentadas, seis por ciento de su capacidad de producción de electricidad, cinco por ciento de las líneas telefónicas y 13 por ciento de las vías férreas.

La comparación puede ser más dura, según Smith: frente a los 402.000 kilómetros de carretras pavimentadas en toda la región están los 495.000 de Alemania, 741.000 de Francia y 782.000 de Japón, este último con una superficie que es apenas dos por ciento de la de América Latina.

En América Latina hay 1.250 metros de carretera pavimentada por habitante, en Asia 1.350, en Europa 6.300 y en América del Norte 17.400 metros.

Smith destacó que además las rutas en América Latina se han desarrollado hacia dentro de las fronteras nacionales, no con miras a traspasarlas, por lo que su primera recomendación es revertir esa tendencia para impulsar comercio e integración.

Situación similar al transporte carretero se vive respecto del ferroviario, aéreo, marítimo, fluvial y en telecomunicaciones.

En América Latina, dijo el experto, hay 80 teléfonos por cada 1.000 personas, contra 160 en Asia, 400 en Europa y 570 en América del Norte.

Las recomendaciones de Smith calzan con las propuestas de apertura económica, privatización e integración: buscar inversiones de largo plazo en obras de infraestructura y en su financiamiento, privatizar carreteras principales, autopistas y puentes, vías férreas, puertos, aerolíneas y aeropuertos.

Los controles, en particular los asociados a la corrupción en las aduanas, deben ser desmontados, dijo Smith.

A este respecto, el presidente de la Asociación de Agentes de Carga de Venezuela, William Gerlach, sostuvo que por culpa de la corrupción en más de 20 aduanas, todos los insumos que ingresan a este país cuestan 10 por ciento más caro a sus usuarios. (FIN/IPS/hm/dg/if/96

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